Uno de los mejores ejemplos de que la literatura es un organismo vivo es la novela 'La broma infinita', del escritor estadounidense David Foster Wallace. A medida que avanza en el libro, el lector va siendo testigo de cómo las situaciones y los personajes empiezan a mutar y a reproducirse sin ningún tipo de límites, en una especie de caleidoscopio narrativo infinito.
Aunque se puede encontrar una especie de columna vertebral -la historia se desarrolla en un Estados Unidos que sufre las consecuencias de una guerra radioactiva y ahora tiene una nueva forma de gobierno y un nuevo enemigo-, Foster Wallace da rienda suelta a su pluma y pinta un desquiciado mural sobre los peligros del consumismo y de la paranoia estadounidense.
Foster Wallace, quien este 21 de febrero habría cumplido 61 años, falleció en septiembre de 2008. El escritor alcanzó un estatus de culto gracias a ese estilo brutalmente honesto que se refleja en sus cuentos y relatos cortos, como 'La persona deprimida' y 'La niña del pelo raro', y su producción de no ficción, con una serie de ensayos y crónicas periodísticas hilarantes entre las que sobresale 'Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer', en la que relata su experiencia en un crucero en el Caribe.
Contenidos relacionados
De sus novelas, la más popular es 'La broma infinita', que sobrepasa las 1200 páginas y fue nombrada por la revista Time como una de las mejores cien novelas de lengua inglesa publicadas desde 1923.
Todo en ella es un exceso -lo que se puede entender también como un espejo del estilo de vida de su país-: desde la variedad de situaciones y de personajes, que aparecen y desaparecen y cuyos arcos dramáticos no se resuelven, hasta los pie de página, que son tan largos que están al final de la novela (algunos de ellos superan las diez páginas).
En este futuro distópico, gran parte de Estados Unidos es inhabitable debido a los desechos tóxicos y los años ya no se identifican por números, sino por marcas, pues el gobierno los vendió para que las grandes industrias puedan promocionar sus productos. La gran mayoría del relato se desarrolla en el año de la Ropa Interior para Adultos Depend.
Foster Wallace salta de situación a situación, teniendo como base a la familia Incandenza. Son tres hijos Incandenza, dos deportistas súper dotados y un pequeño, deforme y genial cineasta; y el padre, James Incandenza, uno de los grandes genios de su época, que no sólo fundó una de las academias de tenis más importantes del mundo, sino que hace parte de la trama de conspiración sobre una supuesta película que tiene la capacidad de volver loco a quien la vea.
Y hay muchos más personajes que se van sumando a la creciente de esta inabarcable marea literaria, en la que su autor predijo cómo cambiarían las formas de consumir el entretenimiento televisivo y, además, profundizó sobre la adicción y la depresión.
Este último fue un tema fundamental tanto en la literatura como en la vida de Foster Wallace, pues el escritor batalló contra la depresión desde de adolescencia y estuvo medicado gran parte de su vida con una serie de fuertes antidepresivos.
‘La broma infinita’, nuestro libro recomendado de la semana, está disponible en el catálogo de la Red de Bibliotecas Públicas de Bogotá, BibloRed. Consulta los puntos en los que puedes pedirlo en préstamo aquí.