La llegada del COVID-19 y el confinamiento cambió el orden mundial, debido al encierro que se llevó a cabo por meses y a las medidas de restricción de millones de personas.
De acuerdo con la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), sectores como el entretenimiento, la construcción, las bebidas, los automotores y el turismo han sido los más afectados por la emergencia sanitaria.
José Manuel Ríos Moltedo, es un chileno radicado en Bogotá, y como muchos empresarios se ha visto afectado debido al impacto económico que tuvo la pandemia, sin embargo su sonrisa y la buena energía no se le han apagado.
Contenidos relacionados
Él es dueño del hostel 'Onde Pepe', creado hace diez años y ubicado en pleno centro de la ciudad, en la tradicional localidad de La Candelaria. De acuerdo con 'Pepe', hace unos 14 meses los turistas llegaban a disfrutar del mejor ambiente bohemio e histórico del centro de la capital, sin embargo hoy las calles se ven vacías y con poco movimiento, aunque su hostal es uno de los pocos que siguen abiertos con la esperanza de que pronto todo vuelva a la "normalidad".
¿Por qué La Candelaria?
Según José, escogió este lugar porque es el punto de partida de la historia de Colombia, también porque es un sitio donde se encuentra diversidad de culturas, personas de distintas partes del país, además de gran afluencia de extranjeros.
La Candelaria, además de su toque bohemio, tiene un sinnúmero de sitios pintorescos que deleitan a sus visitantes, como por ejemplo el 'Chorro de Quevedo', donde jóvenes y turistas van de lado a lado con su chicha de colores, escuchando a los cuenteros que ofrecen el mejor repertorio para convertir el recorrido en toda una experiencia.
A mis 56 años me pregunté qué quería de la vida y me dije 'quiero ser feliz' por eso tuve un cambio de vida y me dediqué a este negocio de los hostales después de dedicarle varias décadas de mi vida a una multinacional, asegura José Manuel Ríos, dueño del hostel 'Onde Pepe'
" 'Onde Pepe' es un termino portugués que traduce 'Donde José'; ese es el paraguas que ampara mis distintas empresas de turismo que tengo en Brasil, Chile y Colombia. Es una marca registrada en la cual desarrollo todos mis proyectos a nivel turismo. No solo ofrecemos hospedaje, brindamos una experiencia inolvidable", asegura.
Los huéspedes no solo cuentan con un servicio de hospedaje y alimentación, este chileno se ha encargado de sumergir a sus visitantes dentro de la historia de la ciudad, ofreciendo actividades que permitan involucrarlos dentro de la cultura local. El Grafiti Tour, la subida a Monserrate y la visita a la Mina de Sal de Zipaquirá, son algunos de los planes que se ofrecen desde el hostal. También los viernes se ofrece una tarde de jazz, los comensales además de disfrutar de unas cervezas y buena comida comparten un atardecer con buena música.
Su infraestructura histórica y la decoración, hacen de este lugar un sitio único, los corredores con estilos coloniales permiten que los visitantes se trasladen a los viejos tiempos, es por esto que José quiere mantener la historia como principal atractivo de su hostal.
¿Cómo impactó la pandemia al hostal?
Fue sumamente duro, el tener 60 años, ser chileno, y haber sobrevivido a los dos terremotos más grandes de la historia de la humanidad, me ha convertido en una persona resiliente, además el COVID-19 cambió el orden mundial.
Con el pasar de los días y al ver que la situación se tornaba aún más difícil opté por renunciar a un proyecto que tenía con un socio en Barú (Bolívar) de montar un hostal para 100 personas. Seguido a esto, el 15 de marzo del 2020, tras una serie de ensayos de cierres en la ciudad, los extranjeros se vieron en la obligación de abandonar el país lo cual nos cayó como un balde de agua fría en especial a los que vivimos del turismo.
Varias personas me recomendaron cerrar y poner un encargado para que cuidara la propiedad, sin embargo me ponía a pensar en la gente que trabajaba conmigo, de qué iba a ser de sus vidas, cómo iban a comer, muchas incógnitas bombardearon mi cabeza.
En ese momento tomé la decisión de invitarlos a vivir en mi hostal, estas personas se convirtieron en mi familia y no los podía dejar a la deriva. A nivel económico ha sido difícil, los gastos no paran, el arriendo no para y con ellos todo lo que implica tener un negocio como estos. De mi bolsillo han salido 20 millones de pesos para cubrir las perdidas, soy consciente que no los voy a recuperar pero tengo la esperanza de que todo va a mejorar. Hoy mi equipo está conformado por cinco mujeres y este hostel se ha convertido en su segundo hogar. Acá estamos y de acá no nos vamos.
¿De qué manera ha logrado sostenerse en la pandemia?
En La Candelaria, según la Alcaldía Local, antes del 15 de marzo del 2020 habían 49 hostales que se encontraban en funcionamiento; sin embargo, tras la emergencia sanitaria, solo 17 se mantienen activos cumpliendo con todos los protocolos de bioseguridad.
Yo creo que hay que ser resiliente, hay que reinventarse como en algún momento le prestamos el servicio a la Alcaldía de la Candelaria para recibir en vuelos humanitarios desde Brasil a diez viajeros que tenían que hacer su cuarentena en el hostal por 16 días, dice el propietario de 'Onde Pepe'.
En resumidas cuentas no nos queda de otra que seguir adelante, ayudarnos los unos a los otros, tener solidaridad mientras pasa un poco todo este tema. Actualmente contamos con todos los protocolos para que nuestros clientes se sientan seguros y estén fuera de riesgo.
La expectativa es que esto mejore en la medida que nos vacunemos, que seamos ordenados, que seamos rigurosos haciendo un proceso rápido y consistente en materia de vacunar a los 50 millones de habitantes que tiene el país. En cuanto a los temores puedo decir que me da miedo que nos vuelvan a encerrar de forma definitiva, mi negocio vive del turismo, de terceros, entonces debemos tener conciencia y cuidarnos; evitar las aglomeraciones como aún se ven en algunas zonas de la ciudad.
Subsidio a la nómina para empresas afectadas por pandemia
De acuerdo con los datos de la Alcaldía Local de La Candelaria, en en el 2020 habían 49 hostales, 37 hoteles, cuatro apartahoteles y tres de vivienda turística; pero con la llegada de la pandemia de los 49 hostales solo 17 han logrado seguir abiertos.
Sin embargo, gracias a los programas ofrecidos por el Gobierno Nacional para enfrentar la crisis y amortiguar la economía, José ha podido apalancar de cierta forma su actividad económica, mediante el Programa de Apoyo al Empleo Formal (PAEF), un subsidio de 350.000 pesos por empleado para el pago de nóminas de empresas que se han visto afectadas por la COVID-19.
José rescata el esfuerzo que ha hecho el Distrito y el Gobierno Nacional para ayudar a empresarios que como él se han visto afectados. Estas ayudas han permitido que varios empresarios no se vean en la obligación de cerrar, permitiendo mantener a sus empleados y seguir en pie en el mercado. De acuerdo con la Alcaldía Local han sido tres los establecimientos beneficiados con este programa subsidiando la nómina para cuatro de sus empleados:
- Botanico Hostel SAS
- Explora Hostel SAS
- Onde Pepe Hostel
Thomas y Monah son dos viajeros franceses que actualmente se hospedan 'Onde Pepe', se han sentido seguros porque el hostel cuenta con todas las medidas de bioseguridad, además de una cálida terraza con vista al cerro de Monserrate y Guadalupe. Según ellos, a pesar de la pandemia, esta ha sido una oportunidad pera aprender cosas nuevas y disfrutar de lugares tan especiales como el hostel de Pepe.
Ha sido un año sumamente difícil por la pandemia, yo los quiero invitar a todos a reinventarse, a poner un poquito de corazón, fuerza y actitud porque todos juntos si nos cuidamos vamos a ser más, concluyó José Manuel.