En conmemoración del día del trabajo y tras un año de pandemia, el Portal Bogotá habló con José Guillermo Velásquez, un exvendedor informal que vendía chicles y "mecato" en las calles del centro de la ciudad y que hoy, gracias a que se acogió a una de las alternativas económicas que ofrece el Distrito a través del Instituto para la Economía Social (IPES), cuenta cómo la vida le dio un giro de 180 grados, permitiendo que él y su familia tengan una mejor calidad de vida.
José Guillermo tiene 54 años, nació en Boyacá y desde muy joven viajó a Bogotá en búsqueda de un mejor futuro. Actualmente vive con su esposa, su hija y sus tres nietos al sur de la ciudad. Duró ocho años trabajando en la economía informal hasta que un día lo abordaron unos funcionarios del Distrito ofreciéndole una alternativa productiva para que pudiera trabajar de una forma legal en el espacio público. Hoy en día se ubica en la carrera 7 con 11a en donde vende snacks dentro de un triciclo mobiliario que le brindó el IPES, aportando a la economía formal de la ciudad.
De acuerdo con José, este ha sido no solo para él sino para muchos el año más difícil en temas de trabajo, ya que las ventas bajaron considerablemente y los gastos no paran. Sin embargo, guarda la esperanza de que pronto las personas vuelvan a las oficinas y su negocio le permita seguir llevando el sustento a su hogar. Hoy le agradece a la Alcaldía Mayor por que a pesar de la pandemia puede vender sus productos en el espacio público gracias a la alternativa que le brindaron.
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José Guillermo, beneficiario del IPES, acompañado de su familia. Foto: Prensa IPES.
Portal Bogotá: ¿Cómo era laborar como vendedor informal?
José Guillermo: Era muy difícil, todo el tiempo con miedo de que la policía me quitara el surtido. Me tocaba andar de lado a lado para evitar que nos "corretearan". Por otro lado, a la gente también le daba desconfianza comprarle a uno porque la presentación de la chaza no era la mejor. Luchar con eso fue complicado, no era fácil. También me ponían comparendos por vender en el espacio público.
PB: ¿Qué beneficios le ha traído trabajar dentro de la formalidad?
JG Primero que todo, saber que cuento con un permiso para poder vender mi mercancía y saber que estoy bajo la ley. Segundo, dejar de huirle a la policía que era algo que me robaba mucha tranquilidad. Tercero, recibir capacitación por parte del IPES en formación empresarial para aprender a manejar mejor mi contabilidad, administrar mejor mi negocio y crecer como comerciante.
PB ¿Qué opina de estás alternativas que brinda la Administración Distrital?
JG: Siento que nos permite empezar a trabajar de una forma distinta, con la tranquilidad de que estamos aportando a la ciudad. Además de que pagamos una tarifa mensual nos da la oportunidad de acceder a beneficios en capacitación. El acompañamiento que nos hace el IPES ha sido muy bueno. Y por último, darle una mejor calidad de vida a mi familia que para mi ha sido lo más importante, gracias a mi trabajo puedo llevar el pan a la casa.
PB: ¿Qué le diría a otros vendedores que aún se encuentran en la informalidad?
JG: Que dejen la desconfianza, que estar dentro de estas alternativas abre muchas oportunidades económicas, que llamen y pregunten, que se dejen asesorar, y que piensen en sus familias, con un negocio formal las cosas cambian.
Ayudas a vendedores durante la emergencia sanitaria
El IPES no sólo cumplió con sus metas contempladas para el 2020, también se sumó para sumar esfuerzos en el acompañamiento de las acciones en la Campaña Bogotá solidaria en Casa, que nació derivada de la presencia de la pandemia por el Covid -19.
En esa medida, se habilitaron canales virtuales donde se identificó a 67.000 personas vulnerables; la entidad acompañó la entrega de ayudas a 21.495 vendedores informales y entregó a 52.804 trasferencias económicas
En 1975 Carlos Jiménez llegó a Bogotá y se dedicó al comercio informal. Hoy vive en la localidad de Usme, es un apasionado de la lectura y cree firmemente, al igual que nosotros en las capacidades, habilidades y talentos de los vendedores informales.#IPESEnUsmepic.twitter.com/RTYwBdto3D
— IPES (@IPESBogota) September 27, 2020
Reactivación económica en la economía informal
Durante la época navideña del 2020 se realizaron 11 ferias dentro la estrategia ‘En Navidad Bogotá Brilla’, donde se beneficiaron 1.665 vendedores. Por otro lado, con el interés de organizar a los vendedores informales y evitar las aglomeraciones en las zonas de alto flujo comercial, el IPES identificó a 5.058 vendedores informales con escarapelas códigos QR en las zonas de priorización.
Según las cifras del IPES en 2020, 3.579 personas hicieron parte de los proyectos de formación y empleabilidad en la que, además del SENA, se hicieron acuerdos con firmas como la Asociación Colombiana de Industriales del calzado, cuero y manufactura, Transmilenio S.A., Jardín Botánico, Connecta e Instituciones de Educación Superior como Uninpahu y la Universidad Cooperativa de Colombia. Todo esto unido a cursos de Marketing digital, inglés básico y herramientas tecnológicas, entre otros.
“Los logros nos llenan de mucha satisfacción y nos retan a seguir trabajando por la dignificación de la labor del vendedor informal a partir de la inclusión productiva, a revitalizar los Puntos Comerciales de la economía social, hacer más competitivas las Plazas de Mercado Distritales, fortalecer la formación y las competencias en el uso de herramientas tecnológicas de los beneficiarios y a consolidar los espacios de participación de los vendedores de la economía informal”, concluyó Libardo Asprilla, director del IPES.
Victoria, como muchos vendedores informales, ha sido duramente afectada por la pandemia. Sin embargo, desde el IPES, acompañamos el trabajo interinstitucional para solventar algunas de sus necesidades básicas con la entrega de ayudas alimentarias y económicas.#JuntosNosCuidamospic.twitter.com/98zxdXXcZu
— IPES (@IPESBogota) July 29, 2020