Kennedy, Bosa, Suba, Engativá y Ciudad Bolívar son las cinco localidades de Bogotá que más tienen estudiantes de nacionalidad venezolana.
Gracias a que la educación en Bogotá está en primer lugar se garantiza el derecho a una educación de calidad para todas las niñas, niños y jóvenes, independientemente de su nacionalidad o condición migratoria.
Más de 50 mil venezolanos matriculados
Muestra de ello es que, actualmente, en el sistema educativo público de la ciudad están matriculados 54.522 estudiantes de ciudadanía venezolana, quienes son acogidos en los colegios públicos con todas las garantías de bienestar que ofrece la Secretaría de Educación.
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Por ejemplo, durante el año 2020, 39.589 estudiantes de nacionalidad venezolana redimieron 289.927 bonos alimentarios. Ahora, con el regreso a la presencialidad, todos los estudiantes del Distrito, incluidos los migrantes, están recibiendo apoyos alimentarios a través de tres modalidades: desayunos, almuerzos o refrigerios escolares.
A continuación, la publicación en Twitter de la Secretaría de Educación.
Más de 54 mil migrantes reciben una educación de calidad en Bogotá.
— Secretaría de Educación de Bogotá (@Educacionbogota) September 17, 2021
Actualmente, en el sistema educativo público están matriculados 54.522 estudiantes de ciudadanía venezolana, quienes son acogidos en los colegios con todas las garantías de bienestar.
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En todas las localidades están estudiando venezolanos
Aunque las 20 localidades cuentan con estudiantes venezolanos, cinco de ellas concentran el mayor número. Estas son Kennedy (8.914), Bosa (5.442), Suba (5.406), Engativá (5.063) y Ciudad Bolívar (4.998). Para Edna Bonilla Sebá, secretaria de Educación del Distrito, esta es una oportunidad para enriquecer los procesos de educación desde la diversidad cultural.
“La mejor educación es intercultural y debe construirse con ideales de libertad, justicia, igualdad y dignidad humana. Bajo este principio, los y las estudiantes pueden aprender con y del otro desde la coincidencia y la diferencia, con respeto y amor”, indicó la funcionaria.
En este reto, a través de la estrategia de ‘Búsqueda activa’ casa por casa, barrio por barrio, de niñas, niños que están por fuera del sistema educativo, Bogotá ha focalizado puntos de la ciudad para para identificar y caracterizar la población migrante que requiere acceder al sistema educativo público.
Pero estos esfuerzos no solo están orientados a las niñas, niños y adolescentes, sino también a jóvenes y adultos migrantes. Por ello, gracias a la implementación de los ‘Modelos Educativos Flexibles’, 83 estudiantes venezolanos han podido acceder y continuar con su trayectoria educativa en Bogotá.
Educación inclusiva y de calidad
Además de garantizar la calidad, acceso y permanencia, Bogotá trabaja para que la educación sea inclusiva, flexible y no discriminatoria. Una educación que se adapte a los diferentes contextos y realidades sociales del as poblaciones.
Por ello, la Secretaría de Educación de Bogotá cuenta con una ruta de ‘Atención Educativa a Estudiantes Migrantes’, que se centra en el reconocimiento de los estudiantes migrantes y/o refugiados y sus familias como sujetos plenos de derechos.
“Entendemos la migración como un derecho humano que implica para quienes se movilizan, la búsqueda de mejores condiciones de vida que por razones ajenas a su voluntad se ven socavadas en su territorio de origen”, explicó la secretaria de Educación.
En este sentido, lo que la educación inclusiva busca es reconocer la particularidad de los sujetos, así como propiciar espacios de participación y condiciones igualitarias en cualquier contexto.
Educación inclusiva con enfoque diferencial
Actualmente, el sector educativo implementa en el 100 % de colegios públicos distritales la política de educación inclusiva con enfoque diferencial para estudiantes con especial protección constitucional como la población víctima del conflicto, migrante y la población con discapacidad.
Se cuenta con una oferta de espacios para el intercambio de saberes en torno a la migración y las buenas prácticas que realizan las comunidades educativas. También, con articulación interinstitucional, se realiza seguimiento a la política pública y la construcción de la política pública distrital de flujos migratorios mixtos.
A través de ejercicios pedagógicos y metodológicos dirigidos a docentes del Distrito, se contribuye a la inclusión y reconocimiento de la población migrante en la escuela. Adicional, se llevan a cabo procesos pedagógicos dirigidos a docentes, estudiantes y comunidad educativa en general, a través de narrativas, lenguajes artísticos y corporales que permitan integrar la diversidad e interculturalidad en las escuelas.
Para esta labor ha sido fundamental contar con el apoyo de la cooperación internacional para llevar a cabo el registro de población migrante en condición irregular en el ‘Estatuto Temporal de Protección para Migrantes’, con el fin garantizar más y mejores oportunidades para ellos.
Estas acciones se enmarcan en el Plan Distrital de Desarrollo ‘Un nuevo contrato social y ambiental para la Bogotá del Siglo XXI’, que promueve la igualdad de oportunidades para la inclusión social, el cierre de brechas digitales, de cobertura, calidad y competencias a lo largo del ciclo de formación integral, desde la primera infancia hasta la educación superior y continua para la vida.