Claves para la educación flexible en la Reapertura Gradual, Progresiva y Segura

Además de protocolos de bioseguridad y demarcación de espacios para garantizar el distanciamiento social, entre otras medidas, los colegios que regresan a la presencialidad avanzan en procesos de flexibilización curricular.

¿Qué es y cómo se implementa? 

En este escenario, Bogotá concibe la flexibilización curricular como uno de los elementos más importantes en la reapertura gradual, progresiva y segura, en donde son fundamentales los protocolos de bioseguridad, la demarcación de espacios para el distanciamiento social, la ventilación, la entrega de elementos de bioseguridad y la promoción del autocuidado y el cuidado solidario, pero también la transformación y la innovación pedagógica.

La flexibilización curricular es un concepto amplio, que posibilita el fortalecimiento de una educación centrada en la equidad y la excelencia. Esto significa entender la diversidad de los estudiantes, sus familias o cuidadores, sus contextos y sincronizar esa realidad con aprendizajes intencionales y significativos para la vida y pertinentes para las nuevas dinámicas del siglo XXI, además de contribuir al cierre de brechas educativas que, con la emergencia sanitaria, se han profundizado.

¿Qué es el currículo?

Es la carta de navegación que le permite a la comunidad educativa, en cada una de las instituciones, orientar sus esfuerzos para alcanzar el horizonte del Proyecto Educativo Institucional (PEI). El currículo contiene el conjunto de criterios, planes de estudio, programas, metodologías y procesos de evaluación que contribuyen a la formación integral de los estudiantes.

En clave de autonomía escolar, es un pacto y la síntesis de una conversación continua entre los miembros de la comunidad educativa, a través de los mecanismos del gobierno escolar establecido en todos los colegios.

Las instituciones educativas son llamadas a construir currículos con consistencia y estructura, cuyas bases estén fundamentadas en los lineamientos del orden nacional y distrital, y sus apuestas integren los intereses, habilidades, experiencias y contextos de los estudiantes y la comunidad educativa con la dinámica social, cultural y productiva del mundo actual.

Foto: Secretaría de Educación

¿Qué es la flexibilización curricular?

Se puede entender a partir de estas cinco ideas:

1. Es la capacidad de adaptar el currículo a la realidad de los estudiantes, centrándose en los aprendizajes más pertinentes para las necesidades sociales, económicas y culturales del siglo XXI.

2. Es la posibilidad de construir nuevos ambientes, experiencias y oportunidades de aprendizajes diversos para que las niñas, niños, adolescentes y jóvenes puedan desarrollar su identidad, su capacidad para agenciar su propia vida, fortalecer sus habilidades y avanzar en su trayectoria escolar.

3. Es una apuesta por desarrollar la capacidad de los estudiantes de aprender a lo largo de la vida, fortaleciendo procesos de autonomía y adaptación a los cambios y transformaciones de sus contextos.

4. Es la posibilidad que tienen las instituciones educativas para reconocer la identidad curricular, mantener los aspectos fundamentales de los proyectos educativos y fortalecer sus apuestas pedagógicas.

5. Es un proceso dinámico, concertado, intencional e inclusivo con las formas diversas de aprendizaje.

¿Qué no es la flexibilización curricular?

1. No es un proceso caótico ni improvisado.
2. No deja a la deriva el desarrollo de las trayectorias educativas de los estudiantes.
3. No busca formar grupos homogéneos.
4. No realiza ajustes superficiales.
5. No es lo mismo que la enseñanza personalizada.
6. No va en contravía de la existencia de lineamientos o estándares.
7. No reduce las expectativas de aprendizaje de los estudiantes.

¿Para qué flexibilizar el currículo?

1. Para garantizar el derecho a la educación de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes en condiciones de calidad, pertinencia y equidad.
2. Para generar oportunidades de aprendizaje para todos los estudiantes, diversificando las prácticas pedagógicas y didácticas y anticipando situaciones, que, en vez de obstaculizar el proceso formativo, lo enriquezcan.
3. Para mejorar la pertinencia de los currículos propuestos en las instituciones educativas en el contexto social, económico y cultural del siglo XXI.
4. Para generar empoderamiento por parte de maestras, maestros y directivos docentes frente a sus prácticas pedagógicas.

¿Qué determina la flexibilización del currículo?            

1. Los actores involucrados en el proceso formativo y cómo desde su rol aportan en la construcción de aprendizajes de los estudiantes.
2. El contexto que permite hacer el encuadre para determinar la pertinencia de los propósitos y aprendizajes que se esperan abordar en el proceso formativo.
3. Los propósitos como el elemento que le da sentido a las acciones que se quieren desarrollar e implican pensar las oportunidades y experiencias de aprendizajes implementadas en cada institución educativa.
4. Los aprendizajes que surgen directamente de los propósitos. Se refiere a responder a la pregunta ¿qué es necesario aprender? Teniendo en cuenta las condiciones de desarrollo de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes y sus experiencias previas.
5. Los contenidos, entendidos como la concreción explícita de los propósitos educativos. Incluyen los conceptos, ideas, estrategias, recursos, imágenes, información, entre otras herramientas culturales, que se ponen a disposición de los estudiantes para lograr los aprendizajes esperados.
6. Los procesos que definen las acciones mediadas e intencionadas e indican qué debe hacer el estudiante con los contenidos, los ambientes y entornos donde se desarrollará el aprendizaje, las modalidades de interacción, las formas de agrupación, el rol que ocupa el docente y otros actores en este proceso.
7. Los resultados que permiten valorar los avances de los estudiantes frente a sus aprendizajes a través de procesos de evaluación. En currículos centrados en los estudiantes y en el desarrollo de competencias, la evaluación se convierte en una oportunidad para conocer y mejorar el proceso formativo logrado por los estudiantes en la institución educativa.
8. La retroalimentación, como parte del proceso de evaluación y seguimiento al aprendizaje es esencial para los estudiantes, ya que les permite poco a poco interiorizar mecanismos de valoración para monitorear y evaluar sus procesos. La retroalimentación proviene en buena medida del docente, pero también es de beneficio cuando en este proceso se involucra a otros actores como los pares, la familia.

Foto: Secretaría de Educación

¿Cómo ha avanzado Bogotá en la flexibilización?

La continuidad del proceso educativo en el año 2020 fue un reto pedagógico, que puso en el centro la reflexión sobre los currículos, lo que llevó al desarrollo de diferentes ejercicios de flexibilización desde las instituciones educativas, en particular asociados a los ambientes de aprendizaje y la puesta en marcha de nuevos mecanismos de comunicación con los estudiantes y sus familias o cuidadores.

Estas reflexiones y construcciones colectivas han aportado de manera importante a la organización de la estrategia 'Aprende en casa' de la Secretaría de Educación, la cual tiene por objetivo apoyar a la comunidad educativa en el diseño e implementación de estrategias y acciones para el desarrollo de la educación remota y, para la educación presencial en el marco de la reapertura gradual, progresiva y segura mediante el desarrollo de procesos de flexibilización curricular y la implementación de modalidades educativas mixtas.

A través de 'Aprende en casa', la Secretaría de Educación acompaña un proceso de transformación e innovación pedagógica, que se ha acelerado por la situación de emergencia sanitaria, pero que va más allá de ella, para asegurar el cierre de brechas de aprendizaje y la construcción de la Bogotá del siglo XXI.

'Aprende en casa', continuará en 2021 acompañando a la comunidad educativa de la ciudad en el marco de la reapertura gradual, progresiva y segura, con acciones que permitan dar continuidad a un trabajo colectivo y a la puesta en marcha de diversos ambientes de aprendizaje mediados por lo virtual, lo remoto y lo presencial.

Para esto, 'Aprende en casa’ centra sus acciones en 5 frentes estratégicos:

1. Recursos educativos: Fortalecimiento de la franja de TV educativa ‘¡Eureka! Aprende en casa’ (60% de los colegios haciendo uso) y de la franja ‘Aprende en casa Radio’ (50 % de colegios haciendo uso), implementación del programa 'Aprende en Casa con Maloka' (26 mil estudiantes beneficiados), plan de fortalecimiento de competencias comunicativas (72 mil estudiantes recibieron más de 172 libros/cuadernos de textos) y del Portal Educativo Red Académica, entre otros.
2. Acompañamiento pedagógico: Sistema multidimensional de evaluación 100 % IED, flexibilización de la educación media en 308 colegios con énfasis en orientación socio ocupacional, desarrollo de competencias para el siglo XXI para estudiantes de últimos grados, atención en la diversidad.
3. Fortalecimiento de capacidades con estudiantes (capacitación en ambientes mixtos) y maestros (fortalecimiento con Saber Digital y Plan de Lecto-escritura).
4. Cierre de brechas digitales con el inicio de la entrega de más de 105 mil dispositivos y conexión a internet.
5. Orientaciones pedagógicas dirigidas a toda la comunidad educativa para diseñar e implementar proceso de flexibilización curricular.

En conclusión, la flexibilización curricular es un proceso para construir un currículo pertinente y de calidad, al servicio de todos los actores de la educación (maestras, maestros, directivos docentes, estudiantes, familias, cuidadores y sociedad en general), que responda a los retos del siglo XXI, a los intereses de los estudiantes, a las apuestas pedagógicas y políticas de los maestros y a diversos proyectos educativos, que juntos permitan asegurar a las nuevas generaciones trayectorias de vida equitativas y sostenibles.