El Grupo Energía Bogotá (GEB) presentó los resultados correspondientes al primer trimestre de 2021, en los que reportó un crecimiento del 6,9% en el Ebitda consolidado ajustado, que pasó de $1.77 billones a $1,90 billones, impulsado por el decreto de dividendos de Emgesa y Codensa del 90% sobre sus resultados de 2020 (vs 70% en años anteriores), así como una fuerte disciplina en costos y gastos a lo largo de todas las compañías del Grupo.
Los ingresos consolidados llegaron a $1,2 billones, una disminución de 6,7% comparado con el mismo periodo del año anterior, debido principalmente al impacto anunciado desde hace varios trimestres de los vencimientos contractuales del tramo Ballena-Barranca en TGI. Por su parte, las líneas de Transmisión y Distribución de energía presentaron un comportamiento de ingresos favorable, mientras que, en distribución de gas, Cálidda, en Perú, aunque continúa con algunas afectaciones por la Covid-19, se mantiene en la senda de recuperación. Si bien la utilidad neta disminuyó, fue como consecuencia de efectos cambiarios que no tienen impacto en la generación de caja.
La atención de la emergencia provocada por la pandemia motivó a la compañía a aportar $5.157 millones para apoyar a miles de hogares que han visto afectados sus ingresos y a entregar $2.500 millones en implementos médicos para el sector salud de Bogotá.
Contenidos relacionados
Entre los hechos relevantes del primer trimestre se destacan los avances en prácticas Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG), y las reformas estatutarias aprobadas en la Asamblea de Accionistas, que incrementó a cinco el número de miembros independientes y que incluyó por primera vez en los estatutos sociales el requisito de contar con la participación de, por lo menos, tres mujeres en la Junta Directiva. Este requisito se cumple actualmente con la participación de María Mercedes Cuéllar, María Lorena Gutiérrez y Martha Veleño.
Otro hecho sobresaliente fue el hito logrado en Trecsa, filial del GEB en Guatemala, con la decisión del Ministerio de Energía y Minas de ese país que aprobó una prórroga por 38 meses para terminar el PET, que es el proyecto de transmisión energética más importante de Centroamérica, y que permitirá aportar a la confiabilidad del servicio de energía eléctrica y mejorar la vida de los guatemaltecos.
El Grupo realizará todos los esfuerzos técnicos y financieros en ese país centroamericano para completar las obras en el cronograma establecido, que tienen actualmente un avance del 87,9%.
Además, el GEB fue reconocido por la firma Great Place to Work por el ambiente laboral, posicionándose como una de las mejores empresas para trabajar en Colombia. La compañía alcanzó el puesto 15 en este escalafón.
Juan Ricardo Ortega, presidente del GEB, sostuvo que el primer trimestre fue muy retador para la empresa y sus compañías, pero que el Grupo seguirá aportando al desarrollo y progreso de Colombia, como lo ha hecho en los últimos 125 años de historia. “Seguiremos trabajando con un impulso renovado en los próximos meses para generar valor a nuestros accionistas y llevar progreso sostenible y bienestar a las comunidades”, aseguró.
Así mismo, Ortega enfatizó en la necesidad de incentivar al gas natural como energético de transición y de alta competitividad y en lograr mayor coordinación de todas las entidades del sector para avanzar en los proyectos de infraestructura de transmisión eléctrica, fundamentales para evacuar las energías renovables que se producirán en el norte de Colombia hacia los centros de consumo. “El desarrollo de estas energías traerá enormes beneficios sociales y económicos para La Guajira y los demás departamentos de la Costa Caribe, pero para que esto sea una realidad se necesita acelerar la construcción de los proyectos de transmisión”, afirmó