¿Qué hay detrás de uno de los mejores restaurantes del centro de Bogotá?

15·MAR·2016
Con la apertura de la primera Escuela en Cartagena, hace aproximadamente 22 años, el proyecto Escuela Taller extendió su cobertura y hace 10 años llegó ...
¿Qué hay detrás de uno de los mejores restaurantes del centro de Bogotá?
Escuela Taller - Foto: Prensa Alcaldía Mayor de Bogotá / Diego Bauman

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Con la apertura de la primera Escuela en Cartagena, hace aproximadamente 22 años, el proyecto Escuela Taller extendió su cobertura y hace 10 años llegó a Bogotá, tiempo en el que se ha dedicado a recuperar los oficios tradicionales, empezando por su programa insignia: Construcción y Restauración.

El propósito de la Escuela además de recuperar los oficios tradicionales se centra en brindarles a jóvenes en riesgo de vulnerabilidad estos oficios como un proyecto de vida sólido. Cuando un joven en situación de vulnerabilidad social, con miles de complejidades, se da cuenta que con sus manos hace cosas que los demás valoran es cuando hay un cambio en su mente y entiende que ese proyecto con base en un oficio lo va a llevar a mejorar su calidad de vida”, explicó Geovanny Rojas, coordinador de formación de la Escuela Taller de Bogotá.



Los cursos en oficios tradicionales que brinda la Escuela son: construcción y restauración, taller de madera con énfasis en carpintería, ensambles manuales y torno de madera para hacer procesos artesanales y cocina con énfasis en la recuperación del patrimonio gastronómico del país.

El lema de la Escuela es “aprender haciendo”, por lo que la mayoría del tiempo que dura la formación, los jóvenes que están en práctica siempre están haciendo algo productivo.

De la Escuela de Bogotá se han desprendido otras en distintas ciudades del país como Buenaventura, Tumaco y Quibdó, en las cuales se están trabajando oficios como joyería, fabricación de instrumentos musicales del pacífico y chocolatería, todas enfocadas en la recuperación del patrimonio.



”Uno de los propósitos es recuperar esos oficios tradicionales, darle valor a quienes hacen el oficio y que podamos llegar a maestros no en maestría de papel como las de ahora sino a maestros del oficio, que podamos graduarlos en la Escuela como maestros de lo tradicional”, sostuvo Rojas.

La formación en la Escuela dura un año y brinda sus servicios de lunes a viernes de 7:00 a. m. a 5:00 p. m. El rango de edad establecido para participar oscila entre los 16 y los 25 años, sin embargo, se tiene pensado ampliar el rango a 28 años para que más personas puedan ingresar.

A través del programa Escuelas Taller Herramientas de Paz del Ministerio de Cultura, los estudiantes reciben una beca que les cubre absolutamente todo, por lo cual la formación técnica no tiene costo para ellos y adicionalmente reciben uniformes, utensilios, insumos y alimentación.



Durante la formación, los estudiantes tienen un acompañamiento psicosocial por parte de una psicóloga o trabajadora social que se enfoca en las competencias humanas, es decir, la interacción que tiene el joven con él mismo, con los demás, con su comunidad, con su ciudad y con su nación.

“Existe un grupo interdisciplinario que está en contacto con los jóvenes para que mejoren esas interacciones, la mayoría de los jóvenes que llegan no tienen apropiación de ciudad, de país, de patria y ahí se hace un trabajo fuerte. Esto parte de que el interior de ellos esté afectado por diferentes situaciones de su vida, entonces hay otro tipo de interacción enfocada en cómo se relaciona él en su barrio, en dónde estudia y cómo puede aportarle a esa comunidad, cómo apropia su ciudad, cómo la va a cuidar”, aseguró Geovanny Rojas.

Beneficios



El beneficio más importante que reciben los estudiantes que participan en la Escuela Taller es encontrar un lugar en dónde tienen un espacio propio, sentir que con sus manos están haciendo cosas grandes y salir del entorno de vulnerabilidad en el que viven constantemente.

”Para muchos de ellos es la escapatoria a un entorno barrial tremendo, a veces no se quieren ir, quisiéramos tener lugar para que se quedaran pero no lo tenemos. Empiezan a apropiar su ciudad y entender por qué están acá, qué deben hacer para que su ciudad esté bien y lo más importante están construyendo un proyecto de vida”, afirmó el coordinador de formación de la Escuela.



El Restaurante La Escuela, el Taller de Construcción y de Carpintería son proyectos que benefician a los participantes de la Escuela, ya que no son únicamente espacios en los que ellos aprenden sus oficios, sino que algunos de ellos son vinculados laboralmente con todas las prestaciones de ley.

El restaurante, ubicado en La Candelaria, es visitado por personas del sector y maneja un promedio de ventas de 100 a 150 platos diarios, los cuales son preparados por los jóvenes de la Escuela. Por otro lado, se comercializan todos los productos que fabrican los estudiantes de carpintería y los chicos de construcción participan en programas específicos, como la restauración de la casa en dónde funciona una de las sedes de la Escuela Taller de Bogotá.

Impacto

Cada año participan en la Escuela aproximadamente 120 jóvenes, se busca ampliar esta cobertura pero al ser una entidad sin ánimo de lucro, depende de la gestión que logre hacer para que más entidades se unan y aporten para las becas de los jóvenes.



“Del programa de formación técnica hablamos de más o menos 1.500 personas beneficiadas hasta la fecha y de formación complementaria en los 10 años podrían ser más de 20.000. La técnica laboral dura un año y la formación complementaria dura uno o dos meses, allí aportamos a diferentes sectores para el mejoramiento de las competencias de las personas”, manifestó Rojas.

Geovanny resalta el cambio que experimentan los jóvenes, pues cuando los egresados vienen de visita las transformaciones que tienen en su forma de vestir, de peinarse y arreglarse son evidentes.

”Verlos totalmente cambiados es gratificante, este es uno de los mejores trabajos que yo he tenido, vienen a visitarnos nuestros egresados y se les ve el cambio en sus vidas y se ve que la Escuela ha aportado a eso. Hemos participado en muchos procesos interesantes con desplazados, reinsertados, exhabitantes de calle, eventos con el Instituto Distrital de Turismo (IDT), restauraciones importantes como la del Teatro Colón”, dijo.

En la sede de la Estación del Tren de la Sabana se manejan dos programas específicos: manufactura teatral y circo. “Allá junto con la Fundación Circo Para Todos tenemos la carpa de circo en dónde se forma a los chicos. Adicionalmente, tenemos el restaurante “El Panóptico” en el Museo Nacional, que es un espacio de práctica para los jóvenes y que también se enfoca en la recuperación del patrimonio gastronómico del pacífico.



Proyecciones

Para este año se está trabajando en la amplificación de la oferta académica de la Escuela, para lo cual se están enfocando los esfuerzos hacia dos temas específicos: lo ambiental y lo artesanal.

“Estamos apostándole fuertemente a los oficios tradicionales como la joyería, estamos mirando un tema de cerámica, queremos fortalecer el tema de restauración con técnicas diferentes y tradicionales. Por el lado de ambiente estamos apostándole a programas que tengan que ver con senderismo, con manejo de nuestros Cerros Orientales, ampliar el abanico de oficios tradicionales y entrar por la formación que tenga que ver con el tema ambiental en Bogotá”, señaló Geovanny Rojas.

Por otra parte, la Escuela está implementando el proyecto Cultura de Paz que va a involucrar a todos los programas y que pretende extender su alcance a todos los ciudadanos.



Ximena Higuera Moreno
Periodista - Alcaldía Mayor de Bogotá

Twitter: @ServiCiudadano 
Facebook: Alcaldía Mayor de Bogotá