Doña María Inés Afanador es la voz principal del grupo musical ‘Parranderos Mayores’ y a sus 63 años, está enamorada de la música. Es un ejemplo de superación e inclusión gracias a los servicios de ‘Centro Día’.
Con alegría y una fuerte emoción, doña María Inés recibió por parte del Distrito un reconocimiento a la diversidad cultural, en el marco del mes del envejecimiento y la vejez. Con su grupo musical han aportado saber, experiencia y trabajo en la construcción de una ciudad mejor para todos a través de las muestras artísticas y culturales.
El inicio de este grupo de música popular, compuesto por cuatro hombres y por doña María Inés, se dio como resultado a las actividades libres desarrolladas en el Centro Día, de la localidad de San Cristóbal.
“Llegué a Centro Día por casualidad. Mi historia es muy dolorosa. Estaba atravesando una depresión muy fuerte cuando ingresé al programa hace tres años. Allí recibí atención psicológica, encontré amigos y a una profesora que le gustaba la música como a mí. Un día con una compañera de clase cantamos una canción. A la profe y a mis compañeros les gustó y se nos ocurrió crear un grupo musical”, recuerda doña María Inés.
Pese a no tener una formación en canto o música, el talento y la pasión lo lleva en las venas. Ella se lanzó con sus compañeros del Centro Día a ensayar por fuera de clases y en sus casas para preparar un repertorio musical de carranga, ranchera y música popular para interpretar en los eventos de la localidad y en el lugar donde fueran invitados.
“El año pasado ganamos el concurso del IDRD y Coldeportes ‘Un Nuevo Comienzo’, fue un sueño para mí, pues el premio fue viajar a San Andrés, montar en un avión por primera vez, conocer el mar y todo esto por el talento que he podido desarrollar en el Centro Día con mis compañeros”, asegura doña María Inés.
Para la voz femenina de los ‘Parranderos Mayores’, “estos programas que ofrece el Distrito para nosotros los mayores son extraordinarios. Nos alegra la vida, en mi caso, yo pude dejar de lado la tristeza y la soledad. Ahora mi vida es alegría”.
Finalmente, el mensaje de esta artista empírica a todas las personas mayores es a vencer los obstáculos y los temores que se pueden generar con el paso de los años y no dejar de soñar porque los sueños son el lenguaje del alma y se pueden hacer realidad.
“Primero las personas mayores no nos debemos quedar encerradas, debemos buscar estar rodeados de otros, conocer nuevas personas y vivir la vida porque esta no ha terminado, dejar el ‘yo quisiera esto o lo otro’, por decir ‘yo puedo, yo lo hago’. Nunca es tarde, sigamos adelante y aprovechemos las oportunidades que se nos ofrecen. En Bogotá hay programas buenos y gratuitos”, afirma esta parrandera mayor de San Cristóbal.