Luego de casi tres años y medio de trabajo de un equipo de cuatro arqueólogos, con más de 20 ayudantes, finalizó el rescate arqueológico que se adelantaba en el proyecto extensión de la avenida Caracas sur, a la altura de la zona de La Ladrillera, en Usme, en Bogotá.
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Estas actividades, que iniciaron a finales de febrero del 2021, permitieron identificar más de 100 000 piezas arqueológicas entre restos óseos, humanos y de fauna, material cerámico, lítico y metal que actualmente son analizadas y clasificadas en laboratorio.
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En esta zona, entre marzo y abril de 2020, durante pandemia por COVID-19, se hizo una prospección (búsqueda) arqueológica en zonas blandas (aplicación de técnicas y métodos utilizados para localizar material arqueológico); sin embargo, en los pozos de sondeo (perforaciones verticales con una profundidad máxima de un metro) no se detectó presencia de material arqueológico y el resultado de la prospección fue negativo.
No obstante, en febrero de 2021, durante un monitoreo que se realizaba en la zona, la arqueóloga que acompañaba la retroexcavadora identificó fragmentos óseos y cerámicos en la tierra removida por la máquina. Resultó que el hallazgo se encontraba tres metros más abajo del relleno contemplado en la prospección arqueológica.
En el siguiente post del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) más datos del rescate arqueológico:
🔍 ¡Finalizó el rescate arqueológico en la ampliación de la avenida Caracas sur! Tras casi tres años y medio de trabajo, se rescataron más de 100 000 piezas arqueológicas que ahora entran a análisis en laboratorio.🏺
— IDU Bogotá (@idubogota) July 3, 2024
Conoce más sobre esta obra: https://t.co/QPBBdX7dm8pic.twitter.com/9lIY4McI3o
A partir de ese momento, de acuerdo con la metodología aprobada por el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), se suspendió la excavación de obra, se acordonó el área y se comenzaron a hacer los pozos de sondeo de verificación, todos los cuales dieron un resultado positivo.
Por ello, se montó un corte (zona en la que se hace la excavación tras confirmar la presencia de material arqueológico), de uno por uno, que luego comenzó a ampliarse.
Al inicio, el hallazgo no tuvo mayor impacto sobre la obra; sin embargo, tras la necesidad de intervención y las metodologías definidas que, entre otras, obligan a realizar excavaciones manuales, se presentaron algunos retrasos en las actividades que debían realizarse en las calzadas y el espacio público.
Sin embargo, en la medida en que el rescate avanzaba y se podía liberar el área, el consorcio avanzaba en la construcción de algunas calzadas.
El material rescatado fue llevado al laboratorio para iniciar su proceso de limpieza y registro, con el fin de evitar su deterioro. Ahora se da paso a la clasificación y análisis del material, actividad que, por la cantidad, tomará más de un año. Solo hasta el cierre de este proceso se podrá identificar la época exacta a la que pertenece el rescate que a la fecha se presume prehispánico.
Es importante resaltar que después de esta etapa, parte del material encontrado se puede llegar a descartar y, por ende, variar el número de elementos del inventario.
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Tras la finalización del rescate arqueológico se podrán completar las obras en el sector de La Ladrillera.