Lo que más le gusta a Olga Lucía Castillo de la Manzana del Cuidado de Los Mártires es no tener que caminar horas para disfrutar los servicios que le gustan.
“Tener los servicios en el centro y cerca a la casa hace que uno pueda ir a todo lo que hay, que no tenga que caminar, ni gastar en transporte”, afirma. Olga Lucía tiene 56 años, y desde hace 33 vive en el barrio La Favorita.
Es oriunda de Armenia -Quindío- y tras una infancia en la que fue víctima de múltiples violencias, llegó a Bogotá, a vivir en un hogar del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, cuando tenía apenas siete años. En la ciudad creció y empezó a laborar siendo trabajadora del servicio doméstico remunerado.
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Comenzó a estudiar hace pocos años en la Casa de la Mujer, en donde logró terminar la primaria. Se casó y tuvo tres hijos. Y tras un matrimonio violento demandó a su esposo y se separó hace siete años.
“Decidí que no tenía porqué seguir en ese círculo de violencia, ninguna mujer debe ser violentada, los golpes y los gritos no son normales y uno no tiene porqué soportar eso por amor”, dijo Olga Lucía, de manera enfática.
Olga Lucía ha trabajado durante toda su vida para sacar adelante a su familia. “Vendí minutos en la calle, empanadas, arepas rellenas de pollo y carne y pasteles de yuca; con lo que ganaba sacaba para el mercado”, cuenta.
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Tiene tres nietos y es trabajadora del cuidado. Su jornada inicia a las cuatro de la mañana; se levanta a preparar el desayuno y a alistar a sus nietos para llevarlos a estudiar, luego de dejarlos en la puerta de sus colegios regresa a casa a preparar el almuerzo, organizar la cocina, hacer otros trabajos de cuidado y después sale a recoger a sus nietos.
Cuando regresa a su hogar sigue haciendo múltiples trabajos. Su especialidad es el cuidado de niñas y niños, por eso con fuerza afirma que “las personas no saben lo que significa cuidar, el esfuerzo que uno debe hacer y el tiempo que uno le debe dedicar, por eso todavía hay gente que dice que ‘no hacemos nada en la casa’, porque no conocen, ni valoran el trabajo de cuidado”.
Olga Lucía es una de las cuidadoras beneficiarias de los servicios de la Manzana del Cuidado de Los Mártires. Allí ha disfrutado encuentros psicosociales con cuidadoras, “son espacios muy buenos, lo relajan a uno y lo sacan de tanto estrés, además es un espacio en donde uno puede conocer a otras personas y crear redes de amigas y de apoyo”, resaltó.
Ahora está aprendiendo a montar bicicleta en la Escuela de la Bici, un servicio del Instituto Distrital de Recreación y Deporte del Sistema Distrital de Cuidado.
“Le tenía miedo a la bicicleta porque hace unos años me caí, y a esta edad creí que no iba a aprender o a ser capaz, pero en ese servicio a uno le enseñan a montar bici y a recuperar su autonomía, eso es muy bueno para nosotras”, explicó.
Ella también recibió los talleres de emprendimiento de la Secretaría de Desarrollo Económico, un servicio para que las personas cuidadoras aprendan a crear y manejar su propio negocio. En el 2022 Olga Lucía inició estudios para terminar el bachillerato en la Manzana del Cuidado, “lo más importante es dar el primer paso y empezar, no importa la edad siempre podemos hacerlo”, afirmó.