Dora Cenelia Moreno Casallas, mujer emprendedora, oriunda de Úmbita, Boyacá, pero criada entre Santander y Bogotá, llegó a la capital con tan solo quince años de edad, junto con su madre y hermanos, buscando oportunidades y una mejor calidad de vida.
Ya establecida en la ciudad, tuvo que ayudar a su mamá trabajando en un almacén de calzado para mantener la familia entre las dos; por no contar con los medios económicos suficientes no pudo continuar con sus estudios. Recuerda que en su pueblo ya había tenido que aplazar sus estudios también porque tuvo que cuidar a sus hermanos menores mientras su mamá trabajaba en un hotel desde las 3:00 a.m. hasta las 9:00 p.m. y por eso sólo alcanzó a estudiar hasta noveno grado.
Siete años después de llegar a Bogotá se enamoró de un hombre maravilloso con quien tuvo tres hijos, dos mujeres y un barón.
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Quiso entonces terminar los grados que le faltaban del bachillerato, pero su esposo no se lo permitió. “Esas épocas eran diferentes porque uno tenía que hacer lo que el esposo le dijera”, dice, y se ríe como apenada.
Después de tantas penurias logró al fin validar los dos grados que le faltaban y también cursó algunos diplomados en diferentes áreas.
“Yo soy cuidadora de muchos”
Hace nueve años es la líder y presidenta de la junta de acción comunal del barrio Altamar en la localidad de Kennedy. “Yo soy cuidadora de muchos y como presidenta tengo que estar abierta a todas las poblaciones”, dice orgullosa.
“Trabajo de 8:00 a.m. a 5:00 p.m., pero si alguien me necesita después de las horas laborales, debo estar disponible para seguir cuidando al que solicite ayuda”, afirma.
Dora se levanta a las 4:30 am y lo primero que hace es darle gracias a Dios por las bendiciones recibidas y orar por las personas que conoce y las desconocidas también. Prepara el desayuno y revisa las actividades de trabajo para ese día, porque presidenta que se respete, lleva una agenda de trabajo que suele seguir a diario. Sale a trabajar y atiende el salón comunal y a todas las personas que cuida. Así mismo, atiende la biblioteca y los requerimientos de la comunidad.
A medio día regresa a casa para seguir trabajando: hace el almuerzo y el aseo de la casa porque no tiene a nadie quien le ayude con los oficios; más tarde, sus hijos dejan a los nietos con ella para que los cuide y supervise sus clases virtuales, y además cuida a sus gatos y perros y continúa trabajando desde casa atendiendo las llamadas de la comunidad, pero si tiene que salir por algún motivo urgente, sale y deja a sus nietos solos mientras atiende el requerimiento.
El Sistema Distrital del Cuidado como una nueva oportunidad
Dora recuerda que recibió una llamada de la Secretaría de la Mujer donde le ofrecían la oportunidad de estudiar uno de los cursos de formación gratuitos del SENA que ofrece el Sistema Distrital del Cuidado para mujeres cuidadoras. “Me pareció muy bueno porque aquí en la comunidad hay muchas madres cuidadoras de niños, de gente adulta y de personas en condición de discapacidad. Enseguida convoqué un grupo de mujeres cuidadoras que quisieran formarse y la acogida fue muy buena. Decidimos entre todas estudiar un curso de informática”.
Dora comenzó con entusiasmo porque sabía que era una oportunidad para salir adelante y hacer algo diferente a su trabajo cotidiano. Aunque las clases eran virtuales y eran impartidas dos veces a la semana, y en horarios flexibles, ella les sacó mucho provecho a las sesiones. “Aprendí mucho, y no solo yo, sino que todas mis compañeras quienes se esforzaron. Al principio comenzamos con timidez porque había mujeres que no sabían usar muy bien el computador, otras ya tenían conocimientos en usar la tecnología; fue difícil al principio, pero nos colaboramos entre todas hasta finalizar el curso”.
El Sistema Distrital del Cuidado de la Secretaría de la Mujer, es un sistema que reconoce los trabajos de cuidado, a las personas que lo realizan, y ayuda a redistribuir y reducir la sobrecarga de estas labores que recaen principalmente sobre las mujeres.
Por medio de manzanas del cuidado, que son áreas que concentran servicios de cuidado, el Sistema reúne servicios que se encuentran próximos a las casas de las cuidadoras y de las que requieren cuidados: mientras quien cuida accede a formación o respiro, quien requiere cuidado está en espacios de bienestar y desarrollo de capacidades.
Según la secretaria de la Mujer, Diana Rodríguez Franco, con el Sistema Distrital de Cuidado “se contribuye a la igualdad y a la generación de oportunidades para las mujeres a través de la ampliación y cualificación de la oferta institucional de servicios del cuidado, con el fin de reducir su tiempo total de trabajo; redistribuir el trabajo de cuidado no remunerado con los hombres; y disminuir las altas tasas de desempleo que ha traído la pandemia sobre todo para las mujeres”.
La Alcaldesa acompañó a Dora en su grado
El 22 de julio, después de casi dos meses de haber estudiado informática, recibió su grado junto a otras 801 mujeres, primeras cuidadoras en graduarse del Sistema de formación del Cuidado. “Es algo muy bonito y muy satisfactorio porque siempre que uno aprende algo nuevo y para el bien de uno se crece como persona, además, en la medida que uno se capacita tiene más oportunidades de ofrecer a los demás lo aprendido”, dice con entusiasmo.
En el marco del lanzamiento de la nueva manzana del cuidado en Kennedy y en en presencia de la alcaldesa, Claudia López, recibió muy orgullosa su diploma. En el evento, también recibieron su grado de bachiller otro ramillete de 15 mujeres que se beneficiaron con el programa del Distrito. Con un grito eufórico lanzó su birrete al aire y celebró junto a sus compañeras este triunfo que suma otro talento a su vida.
Los planes que tiene ahora que se graduó son los de seguir trabajando y “cuidando a mi comunidad porque es algo que me apasiona y me llena mucho”, lo dice alegría.
Dora quiere seguir estudiando y fortaleciendo sus conocimientos
“Si se me presentara la oportunidad volvería a hacer otro curso con la Secretaría de la Mujer para seguir formándome, ya que no tengo recursos económicos para pagar algo más; me parece que es el Sistema Distrital del Cuidado es un proyecto muy bueno para las mujeres, por lo menos hay alguien que nos representa y defiende nuestros derechos como mujeres”, manifiesta con seguridad.
Dora recomienda a otras mujeres cuidadoras, “que saquen tiempo para ellas porque realmente uno se entrega mucho a otras personas y a veces olvidamos que existimos como personas. Que despierten temprano si tienen esa oportunidad; si ya tienes muchos años, nunca es tarde, yo ya tengo 58 años y pude estudiar y darme cuenta de que existo”.
Conoce a Dora y su historia en este video 👇
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