Así contribuirá el POT a mejorar la productividad y el empleo de Bogotá

Alcaldesa Claudia López.
El POT contempla incentivos urbanísticos y económicos para la localización de algunos sectores productivos en las zonas deficitarias. Foto: Prensa Alcaldía de Bogotá.
Publicado:
4
Mayo
2021
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Este lunes 5 de mayo la alcaldesa de Bogotá Claudia López radicó ante la CAR y la Secretaría de Ambiente el POT para el Renacer de Bogotá 2022-2035 y explicó que este Plan de Ordenamiento Territorial se puede resumir en un decálogo con diez grandes puntos. El primer punto que nombró la alcaldesa es el de 'La ciudad de la productividad después del incremento del desempleo'.

En el nuevo POT, Bogotá le apuesta a una ciudad menos segregada, más incluyente, con más oportunidades y mejor distribuida. De esa manera define la alcaldesa el reto a corto plazo de esta hoja de ruta para impulsar la productividad después del desempleo que ha generado la pandemia por COVID-19.

“Este POT llega en un momento oportuno y necesario, justo cuando estamos viviendo la peor crisis de la humanidad en 100 años, justo cuando estamos viviendo los mayores desafíos ambientales como humanidad en el cambio climático, los mayores desafíos de una pandemia que nos ha afectado a todos a escala global”, afirmó la mandataria, al referir los retos sociales que tiene por delante la ciudad.

Presentación de la alcaldesa Claudia López.

Bogotá demanda, para acelerar su productividad y garantizar el desarrollo de la empresa y la industria, un POT que le apueste a la inclusión de los barrios populares, a la descentralización territorial de la productividad y de los equipamientos públicos, fenómenos que terminan afectando la calidad de vida de millones de ciudadanos que tienen que desplazarse desde el sur y occidente hacia el centro ampliado a diario, para cumplir con sus trabajos y otras necesidades del día a día.

“Para poder reactivar el empleo y la productividad que es nuestra mayor urgencia de corto plazo, este es un POT que crea un nuevo tipo de suelo, que son los servicios metropolitanos donde deben confluir las grandes apuestas productivas de región”, afirmó López, destacando que la región metropolitana hoy produce entre el 25 % y el 28 % del PIB del país, y que la apuesta colectiva es llegar al 40 %.

La idea, en esencia, es garantizar con que la industria pesada y la de los servicios del Siglo XXI no tengan que competir por el suelo protegido, ofreciéndoles proyectos inmobiliarios rentables. Si no se garantiza, este fenómeno tiende a sacarlas de la ciudad, evitando que se queden generando más empleo.

“Si queremos que las industrias creativas, del conocimiento, verdes del siglo XXI, se puedan localizar en Bogotá, tenemos que garantizarles un tipo de suelo aquí”, expresó la Alcaldesa en medio de su presentación.

Incentivos para sectores que se reubiquen en áreas deficitarias

Otro de los grandes retos en materia de movilidad urbana, es que exista una distribución de los sectores productivos de manera equitativa en todo el mapa de la ciudad, garantizando que los bogotanos puedan vivir en una ciudad de 30 minutos, donde el acceso a los lugares de trabajo y equipamientos públicos como la salud, quede cerca a sus hogares y no los someta a horas de tráfico y congestión de los sistemas de transporte, fomentando, por ejemplo, modos de transporte limpios como la bicicleta.

“El POT les dice claramente a la ciudad y operadores urbanísticos, cuáles son las zonas deficitarias de oportunidades de empleo y equipamiento, y cuáles son las zonas superhabitarias y desarrolla una serie de instrumentos urbanísticos para que pueda haber transferencia de oportunidades y de derechos urbanísticos entre unas y otras. Parte esencial de construir una ciudad menos segregada, más equitativa que distribuya las oportunidades”, afirmó la Alcaldesa en su presentación.

Áreas de localización de actividades.

Este trabajo de identificación de oportunidades y otros instrumentos con beneficios para la productividad, establece, entre otras acciones, los incentivos urbanísticos y económicos para la localización de algunos sectores productivos en las zonas deficitarias:

“Tenemos que enviarles una señal de que no solamente cuentan con suelo y con norma, sino con incentivos económicos para localizarse en zonas deficitarias”, aseveró López, y continuó: “Bogotá espera descentralizar las oportunidades económicas. La actividad productiva tiene que localizarse en Rafael Uribe Uribe, Tunjuelito, Ciudad Bolívar, Bosa. De manera que a la gente no le toque desplazarse siempre desde el occidente y el sur hacia el centro”.

No más actividades atadas a usos del suelo

La concentración de actividades y equipamientos en el centro ampliado se suma al atraso de la ciudad en materia de infraestructura de transporte, creando el escenario ideal para el colapso de la movilidad y la afectación de los ciudadanos en su bienestar. Por eso, otro de los componentes esenciales del POT es el fin de algunas actividades atadas a los usos del suelo.

“No hay restricciones de suelo para los equipamientos públicos. No pueden estar atados a un uso del suelo cartográfico, deben ir a donde la gente los necesite. La ciudad se mueve, es un sujeto vivo, evoluciona”. Afirmó Claudia López, explicando este importante componente de la propuesta que se presentó ante la CAR y continuó: “En materia de salud eso es dramático. La mayoría de la infraestructura de salud está de la calle 72 hacia el norte cuando los ciudadanos que más la necesitan están de la calle 72 hacia el sur y occidente de la ciudad”.

Los equipamientos como las Manzanas del Cuidado se podrán ubicar cerca a los nodos de transporte, lo que en principio representa un gran beneficio para las mujeres cabeza de familia que son las más afectadas por el trabajo de cuidado no remunerado y el desempleo.

“El POT tiene que adaptarse a los barrios”: Claudia López

Bogotá es una ciudad que se ha construido en la formalidad y la informalidad, en este último escenario nace uno de los principales inconvenientes de la planeación urbana de la capital, pues la norma siempre se ha confrontado con la estructura de los barrios populares construidos por la misma ciudadanía. Este fenómeno histórico y urbano se asume esta vez y se propone una adaptación de la planeación a esta característica sociocultural hasta ahora ignorada.

“Este POT reconoce que hay dos ciudades: una construida formalmente y otra informalmente; y que el POT les debe servir a ambas. Por lo tanto, crea un tratamiento específico para el mejoramiento de barrios con algunos instrumentos y eso es parte de contribuir a tener una ciudad menos segregada, más incluyente, con más oportunidades, mejor distribuida”, explicó Claudia López.

La mandataria fue enfática en afirmar que el POT es el que tiene que adaptarse a los barrios populares y darles una norma lógica de mejoramiento. El plan de mejoramiento de barrios ya se implementa a través de la Secretaría del Hábitat, incluyendo acupuntura urbana y otras estrategias de urbanismo táctico.

 

El nuevo POT no solo es un hito en materia de reubicación de lo sectores productivos para reducir los tiempos y beneficiar a los ciudadanos para que tengan más tiempo para su bienestar y su familia, también llegará a los barrios y se adaptará a la estructura socieconómica y cultural de los territorios.

Vea la presentación completa aquí: