Bebé sobrevive a tres episodios críticos de salud en el hospital de Meissen

Enfermera cuidando a recién nacida
Una historia insólita para valorar el trabajo y esfuerzo del personal de salud en Bogotá.
Publicado:
9
Sep
2020
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Con un mes de nacida, Sofía ya tiene una historia sorprendente: ha sobrevivido a dos episodios complejos de salud y a un accidente de tránsito. Un serie de sucesos increíbles que hacen parte del diario vivir del personal médico que presta sus servicios para la red pública de Bogotá, a quienes hay que reconocerles su labor y dedicación para salvar vidas aún en las circunstancias más insólitas.

Esta serie de acontecimientos en la vida de Sofía no son solo la composición de un relato fantástico de superación de la adversidad, también son el retrato de un desplazamiento, una migración masiva y dura a la que se ven sometidos millones de venezolanos a lo largo de América Latina. Tomasa, su madre, salió de su país en busca de esperanza y se radicó en Bogotá esperando mejorar su calidad de vida.

En los zapatos de un migrante este plan parecería ser una opción temporal, una solución mientras pasa la tormenta política y crisis humanitaria de su patria; pero el tiempo cuenta otra historia y la espera se prolonga hasta el punto en que el mundo está viendo nacer una generación fuera de su nación.

En medio de una pandemia que nos sorprendió sin preparación y con un sistema hospitalario aún con debilidades, pareciera que el azar hubiera dispuesto todo para que Sofía también fuera luz de esperanza en medio de una época que al mundo le ha costado enfrentar. Su nacimiento se dio en el pico de contagios y muertes en Bogotá, cuando su madre llegó con todas las señales de un parto inminente al hospital de Meissen el pasado 4 de agosto.

Una vez se atendió su nacimiento y apenas empezaba a sentir cómo era el mundo fuera del vientre, la respiración de Sofía empezó a fallar y, gracias a la reacción de médicos y enfermeras que practicaron acciones contundentes de reanimación, pudo sobrevivir con el apoyo de la ventilación mecánica; pues a pesar de la alta demanda de estos preciados dispositivos, en la ciudad se destinó una parte para pacientes covid y otra para casos como este.

El diagnóstico no se redujo a la dificultad respiratoria, pronto los exámenes arrojaron resultados preocupantes: una infección afectaba varios de sus órganos. El hospital tenía que invertir muchos esfuerzos y capacidades para esta pequeña criatura que luchaba por su vida con sorprendente persistencia.

Con esfuerzo, una admirable capacidad y riguroso cuidado, el personal de salud, logró dar fin a las angustias de la madre y su hija, estabilizando a la menor en 20 días de lucha. Pronto, Tomasa y Sofía abandonaron las instalaciones del hospital felices a pesar de las circunstancias que afectaban la normalidad de la vida afuera.

Cuando madre e hija se disponían a pasar una avenida, con la pipeta de oxígeno a su lado, un carro que había perdido el control las arrolló y ambas terminaron de nuevo en la sala de urgencias. Sofía sufrió lesiones múltiples y una fractura que puso en riesgo su vida, afectaciones que fueron superadas con éxito después de ocho días de cuidados exhaustivos, exámenes y procedimientos realizados por el equipo de profesionales del hospital.

“Le dimos salida a una bebé que salió feliz, rosada, con buena succión y neurológicamente sin complicaciones, gracias a Dios. Es un orgullo, Meissen es un gran equipo en neonatología fortalecido en el talento humano y la dotación, tenemos toda la infraestructura y la capacidad para sacar estos casos adelante”. Dijo en entrevista la doctora Ruth Liliana Díaz, pediatra neonatóloga y referente del servicio de neonatología de la Subred Sur.

Después de una dura prueba, la madre agradece el servicio del personal médico y equipo de enfermería del hospital de Meissen. Durante el último mes, su existencia y la de su hija estuvieron en grave riesgo; sin embargo, estaban estos héroes y heroínas de la cotidianidad que, a pesar del embate que ha representado la pandemia para sus tiempos de descanso y el espacio para compartir con sus familias, siguen firmes y dispuestos a dar una pelea por la vida.

“Estoy muy agradecida con el equipo del hospital, con la ayuda de ellos y de mi Diosito, mi hija salió de todo lo que tenía”. Dijo Tomasa exhausta antes de retomar el rumbo a la aventura de la maternidad. Ella y Sofía son un ejemplo de persistencia en una época de miedos y dificultades, pero su recorrido por este mundo nos cuenta una historia y nos deja una enseñanza: luchar hasta el cansancio para que la salud sea un derecho de todos y reconocer el valor y la entereza de quienes dan su vida en los hospitales y clínicas para salvar las de los demás.