El equipo médico de la Unidad Renal del Hospital Simón Bolívar, de la Subred Integrada de Servicios de Salud Norte, atendió el caso de Lismar Castellanos, una paciente de 24 años, con insuficiencia renal que perdió un riñón que le había sido donado en su país, Venezuela, por falta de atención y medicamentos para su tratamiento, con el objetivo de mejorar su calidad de vida y brindarle una atención médica integral y de primera calidad.
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De acuerdo con el Nefrólogo del Hospital Simón Bolívar, Mauricio Nieto, este tipo de enfermedades renales crónicas son “mortales”, puesto que el cuerpo acumula sustancias que deben eliminarse mediante la orina, lo cual puede ocasionar una intoxicación e incluso la muerte si no se hace el respectivo tratamiento. Por ello para el equipo médico del Simón Bolívar es tan importante tratar el caso de Lismar.
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La paciente recibe un tratamiento llamado: hemodiálisis ambulatoria crónica, el cual consiste en un proceso mediante el cual se le extrae el agua y las toxinas que va produciendo en el cuerpo, tres veces a la semana en promedio, lo que le permite llevar una vida con menos limitaciones, según comentó el doctor Nieto.
Actualmente a Lismar Catellanos le hacen terapias de hemodiálisis, tres veces por semana durante un tiempo de cuatro horas en el Hospital Simón Bolívar. En la Unidad Renal cuenta con el acompañamiento de un equipo multidisciplinario conformado por nefrólogo, médico general, enfermería, trabajo social, además de servicio de alimentación y transporte.
Ella fue diagnosticada con insuficiencia renal desde los 9 años y tiempo después recibió el trasplante de riñón, pero por la falta de inmunosupresores, medicamentos esenciales, su cuerpo rechazó el órgano que le había sido donado. “Desde el 2016 estoy de nuevo en diálisis, llegué a Perú buscando una mejor calidad de vida, duré dos años allá pero el tratamiento salía muy costoso y mi familia decidió viajar a Colombia”, explicó Lismar.
La joven empezó a recibir atención en el Hospital Simón Bolívar desde el 1 de marzo de 2020 y hoy asegura que aunque esta enfermedad es un desafío diario, ha recibido todas las atenciones médicas necesarias y se siente “protegida y acogida” por todo el personal médico del hospital.
De esta manera, la paciente recomienda a las personas que sufren de fallas renales a que sean conscientes de la importancia de hacerse chequeos médicos continuos, así como mantener hábitos saludables que ayuden a contrarrestar el avance de esta enfermedad que, en ocasiones, puede ser de carácter genético.