Una banda que fabricaba artesanalmente drogas sintéticas, fue desarticulada por las autoridades en las últimas horas en Bogotá y el vecino municipio de Soacha.
Las investigaciones, que duraron más de 8 meses, dejaron al descubierto esta organización criminal conocida como 'Los sintéticos' y que tenía conformada una sofisticada estructura para la producción y comercialización de estos peligrosos alucinógenos en Bogotá.
Tras ocho meses de investigación fue desmantelada una red delincuencial dedicada a la fabricación y distribución de droga sintética en #Bogota. pic.twitter.com/6hnhZsbVDS
— Policía Metropolitana Bogotá (@PoliciaBogota) 2 de agosto de 2018
El director de la Sijin, coronel Douglas Restrepo, señaló que un hombre a quien le decían ‘El Mono’, junto con su pareja sentimental, conocida como ‘Mery Jane’, eran quienes lideraban toda la operación.
“Este es un resultado que nos has pedido el alcalde Peñalosa. Una de las desarticulaciones más importante sobre la venta tráfico y fabricación de estupefacientes sintéticos en Bogotá. Esta era una banda que se conformaba por 8 personas, 7 de las cuales ya tienen medida de aseguramiento por venta, tráfico, fabricación y concierto para delinquir”, aseguró.
La banda, denominada 'Los Sintéticos', utilizaba una vivienda de Soacha donde los investigadores encontraron un laboratorio artesanal compuesto por una máquina tableadora y varios insumos para la fabricación empírica de estupefacientes como anfetaminas, éxtasis, 2CB o cocaína rosada, una peligrosa mezcla de medicamentos veterinarios y sustancias químicas.
“Era una banda que tenía una ganancia entre 30 y 50 millones de pesos cada fin de semana y que comercializaban los estupefacientes en establecimientos de rumba”, señaló Restrepo.
En las investigaciones fueron recopilados algunos audios de interceptaciones adelantadas por la Policía, donde se evidenció la manera como ‘El Mono’ y otro hombre quien se hace llamar ‘Lobo’, conversan sobre la intoxicación que dichas sustancias le habrían ocasionado a dos personas, entre ellas una menor de edad, durante una de las rumbas electrónicas que solían frecuentar en un municipio del departamento del Tolima.
Durante la investigación se pudo establecer que otro hombre, alias ‘Gabriel’, con conocimientos empíricos en química farmacéutica, era el encargado de orientar el proceso para las mezclas que posteriormente distribuían en zonas de rumba, en el norte y sur de Bogotá, así como también, en municipios aledaños a Bogotá.
Un papel fundamental lo cumplía otro integrante de la estructura, quien aprovechaba su profesión como Disc Jockey, para ingresar las sustancias sintéticas a los establecimientos y ofrecerlas directamente a los clientes.
También utilizaban la modalidad de domicilios, donde alias ‘El Mono’, utilizaba como intermediaria a su abuela, una mujer de 70 años de edad, para entregar la droga y recibir el dinero. Lo mismo hacía otra mujer, conocida como ‘Daniela’, quien iba puerta a puerta entregando la mercancía solicitada.
Cuando los clientes, en su mayoría jóvenes, les exigían drogas novedosas, que no siempre tenían en la ‘bodega’, denominación que le daban a un apartamento ubicado en el barrio Castilla en la localidad de Kennedy, alias ‘El Mono’ y ‘Mery Jane’ contactaban a otro sujeto con el alias de ‘Fabián’ para que se encargara de conseguir las nuevas sustancias y, si era necesario, transportarlas a otras ciudades, tal como lo pensaban hacer en una rumba que se realizó recientemente en Cartagena.
Los siete sujetos fueron capturados por los delitos de concierto para delinquir, tráfico, fabricación y porte de estupefacientes. Un juez los cobijó con medida de aseguramiento en centro carcelario.