Cada sesión es una manera de acercarnos a lo que nos conforma, descubriendo que somos a la vez lo tangible y lo intangible. El arte, que abarca lo esencial del ser humano y lo transforma en expresión con curvas, trazos, líneas, puntos y matices, descubre las diferentes caras que no hemos podido descifrar. Cada sesión es un encuentro.