Conozca, evite y arregle los errores comunes de los emprendedores

1·OCT·2013
Las cifras demuestran que la mayoría de negocios quiebran en pocos años después de abiertos. Piense por un segundo el por qué. Es gente seria, preparada...

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Las cifras demuestran que la mayoría de negocios quiebran en pocos años después de abiertos. Piense por un segundo el por qué. Es gente seria, preparada, trabajadora, con buenas intenciones y buenas ideas. Entonces, ¿por qué? Básicamente los negocios fallan por una razón: no pueden vender su producto o servicio.

Uno de los principales problemas es que la mayoría de emprendedores realmente no entiende cómo funciona el marketing. Puede tener el mejor producto de todos, algo revolucionario, entregarse al máximo en su proyecto con un magnífico equipo detrás, pero si no está cualificado para venderlo, tiene todas las probabilidades de fallar.

Aunque tenga unos estudios o una carrera, tiene que estar actualizado para no verse rezagado y aun así, se enfrentará con problemas nuevos cuando salga al mundo real. Si quiere tener éxito, estudie, no deje de leer, escoja a sus mentores sabiamente y experimente todo lo que pueda.

A continuación los tres errores más comunes en marketing que, como buen emprendedor puede llegar a cometer y cómo puede solucionarlos.

  1. Tratar de ayudar a todo el mundo

    Muchos de los emprendedores, tienen entre sus objetivos ayudar a la gente, hacer de este un mundo mejor. Intentan ayudar a todo el que se lo pida con su producto o servicio, pero a menudo no acaban ayudando a nadie.

    Tener un mercado muy amplio es, posiblemente, el fallo más común en el marketing. Tiene que ser muy específico con el segmento de la población que es su target. Cuanto más concreto es su nicho, mejor. Puede pensar que está dejando escapar a muchos clientes, pero si se centra en un sector, podrá entenderlos y atenderlos mucho mejor, así provocar un mayor impacto en sus vidas.

    Solución: Escriba las principales características de un cliente ideal. Describa sus frustraciones, miedos y aspiraciones. Tiene que ser capaz de ponerse en su piel y sentirse cómo se siente, pensar cómo piensa.

  2. Construir sin la validación del cliente

    Muchos emprendedores tienen el mismo sueño: pasarse unos meses en una especie de garaje, construir algo extraordinario, anunciar su creación al mundo y convertirse en multimillonario. Suena bien, pero no es cómo funcionan las cosas.

    Es muy difícil predecir lo que los clientes quieren. Es fácil avanzar con una idea y, cuando tiene el proyecto hecho, darse cuenta de que nadie lo quiere. En el mundo de los negocios y el marketing, debería tener una mente de científico que siempre experimenta y prueba sus ideas, tenga todo el contacto que pueda con sus futuros clientes. Además, intente mantener su ego al margen. No siempre le gustará lo que digan, pero recuerde: son solo datos, y siempre servirán para mejorar.

    Pruebe, pruebe y pruebe. Todos los que se dedican al marketing lo hacen. Porque funciona.

    Solución: Antes de construir cualquier cosa, debería pasar un tiempo entrevistando a potenciales usuarios para descubrir lo que quieren (y aprender sus frustraciones, miedos y aspiraciones). A partir de ahí, vaya al laboratorio, incorpore ese feedback y pruebe otra vez. Repita el proceso hasta que los clientes realmente quieran el producto y estén dispuestos a pagar por él.

  3. Disparar desde el tejado

    Ahora que ha establecido su comprador ideal y ha construido exactamente lo que ellos quieren, el siguiente paso es comunicarse con ellos personal y efectivamente, donde la clave está en hablar a cada cliente de manera más personal y no como si hablara a mucha gente. Esta distinción es crítica y muchas veces no se tiene en cuenta.

    Cuando habla directamente a una persona, puede hablar a sus frustraciones, miedos y aspiraciones, puede hacerles entender, que, en muchos sentidos, es la fórmula mágica del marketing. Cuando ellos sientan que usted entiende su problema, automáticamente asumirán que tiene la solución.

    Solución: Cada vez que escriba material de marketing, escriba directamente a su cliente ideal. Póngase en sus zapatos y pregúntese: ¿Realmente esto me habla a mí? ¿Me siento comprendido? Si la respuesta no es un contundente sí, vuelva a intentarlo.

El marketing está totalmente relacionado con la psicología humana y esta es realmente compleja. Pero una vez que comprenda completamente a su nicho, no es tan difícil como podría pensar. Si se centra en las soluciones a los tres errores más comunes, tiene más posibilidades de lograr su objetivo.

Recuerde: Aclare su cliente ideal, interactúe con él, construya lo que realmente quiere y hágale sentir totalmente comprendido.