Tras la presentación del proyecto para la carrera Séptima de Bogotá, desarrollo vial y urbanístico de esta importante vía de la capital del país, se han venido presentando distintas discusiones entre los vecinos y ciudadanos que defienden esta vía (“La séptima se respeta”) y autoridades locales quienes han presentado distintos proyectos viales y urbanísticos que pretenden mejorar la movilidad tanto del transporte público como del automóvil particular y de los ciclistas.
Según el diario El Espectador,“Un necesario cambio de paradigma en la séptima”, manifiesta que este proyecto del Corredor Verde es una propuesta ambiciosa que cambiaría el aspecto de esta importante vía y “consolida un cambio estructural en la manera en que pensamos las ciudades: el carro, después de décadas de dominación, le cede su puesto al transporte público, a la bicicleta y a los peatones.”
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Un necesario cambio para la Séptima #CorredorVerde 👉 https://t.co/vgTp64muWH
— IDU Bogotá (@idubogota) November 27, 2020
Argumenta el editorialista que, aunque la alcaldesa Claudia López prometió en su campaña política algo muy distinto, es un proyecto mucho más elaborado y más ambicioso que el presentado por la alcaldía de Enrique Peñalosa, que es un gran avance y es hora de priorizar las soluciones verdes.
Y concluye: “La alcaldesa ha prometido 50% de espacio para peatones, 29% para transporte público, 15% para carros particulares y el 65% para bicicletas. Además, que en u 87% de los viajes serán cero emisiones gracias a los buses eléctricos”
Por su parte, en su editorial del jueves 26 de noviembre, el periódico El Tiempo, explica la propuesta de “distintas séptimas” presentada por la Alcaldía. “El primero, preferentemente peatonal, entre las calles primera y 40, el segundo de la 40 a la 100, en el que confluirán ciclistas, buses y carros particulares, y el tercero, entre la 100 y la 200, para tramos más largos, en el que se compartirán espacio buses, ciclo-rutas, carros y más espacio público.”
El editorial concluye que, si bien este proyecto tiene sus bondades, tampoco no se puede comparar con proyectos de gobiernos anteriores y hace un llamado a la calma entre sus defensores y detractores.
Ahora bien, se pregunta el editorialista, “Qué va a pasar con corredores que se verán afectados en paralelo con las obras – Caracas, 9ª, Circunvalar o carrera 13-. Cuál es el estudio técnico que justifica que los buses vayan a un costado de la vía y no en el centro (Chapinero), lo que garantizaría más velocidad y eficiencia. Cómo se protegerá a los ciclistas en una vía de 160 cruces. Qué justificación técnica tiene un cable en el centro. Qué tan real es el presupuesto destinado a un corredor verde de estas características.”