La Secretaría de Educación de Bogotá (SED) lideró el proceso de diálogo, consenso y concertación que permitió destrabar y aprobar el nuevo Estatuto General de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, una reforma esperada durante más de 15 años.
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La discusión de este estatuto inició en 2020 con la Asamblea Universitaria, dando paso a una comisión accidental que consolidó un proyecto de 100 artículos para su revisión. Sin embargo, el proceso encontró obstáculos que lo truncaron hasta 2024, cuando la Secretaría de Educación asumió el liderazgo para articular a los diferentes estamentos universitarios. A través de mesas de diálogo y más de 90 horas de trabajo distribuidas en 17 sesiones informales y 6 sesiones del CSU, concertadas por la Secretaría de Educación, se logró avanzar hacia el consenso de un articulado final.
“Este proceso de reforma ha sido juicioso, de paciencia, diálogo y de buscar consenso, pero, sobre todo, de estudiar alternativas que puedan generar beneficio real a la Universidad. Es una forma distinta de organización administrativa y esperamos que dé resultado para que la Universidad se fortalezca. El Distrito apuesta por el talento de las y los jóvenes de la ciudad, que la oferta educativa de la Universidad Distrital le responda a las y los jóvenes para que encuentren a través de la educación la mejor oportunidad para construir su proyecto de vida y desarrollarse como personas”, comenta Isabel Segovia Ospina, secretaria de Educación del Distrito.
El trabajo incluyó la revisión de experiencias de diferentes universidades, así como el análisis de los aportes de estudiantes, docentes, directivos académicos, egresados, el Gobierno nacional y la Secretaría. Este esfuerzo resultó en un documento consolidado de 95 artículos que establece una nueva estructura administrativa, diseñada para optimizar la operación y el liderazgo de la Universidad.
Este logro es histórico, considerando que desde 1997 no se había logrado una reforma integral al Estatuto General pese a múltiples intentos. Gracias a la voluntad política de todos los actores involucrados, incluidos el Ministerio de Educación Nacional, la Presidencia de la República, agremiaciones educativas y la propia comunidad universitaria, se concretaron los acuerdos reflejados en este nuevo Estatuto.
De acuerdo con los miembros del Consejo Superior Universitario, en los últimos detalles por afinar queda pendiente abordar el régimen de transición y plan de implementación con el análisis y proyecciones financieras. Para esto se conformó una comisión accidental integrada por la representación de estudiantes, docentes, directivas académicas y la Secretaría de Educación, que acompañará la revisión del plan que presente la Universidad en enero de 2025 y será la base para las últimas decisiones administrativas.
Actualmente, la Universidad Distrital cuenta con 26.523 estudiantes de pregrado y 2.321 de posgrado. Su oferta académica está en 7 Facultades (Ingeniería, Ciencias y Educación, Medio Ambiente y Recursos Naturales, Artes, Ciencias Matemáticas y Naturales, Tecnológica, y Ciencias de la Salud), 94 programas de los cuales 46 son de pregrado (37 profesionales y 9 Tecnologías) y 48 posgrados (5 doctorados, 22 maestrías y 21 especializaciones).
Desde el Distrito se reafirma el compromiso de fortalecer la educación terciaria como un pilar para el desarrollo de proyectos de vida y el bienestar de jóvenes. Por eso, la Secretaría de Educación facilitó los espacios y el diálogo para el nuevo Estatuto y seguirá respaldando iniciativas que fortalezcan su papel como la principal universidad pública de Bogotá.
Las voces del Consejo Superior de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas
Integrantes del Consejo Superior Universitario destacaron el importante paso que representa la reforma para la Institución, para la ciudad y en general para la educación a nivel nacional.
“Para el Ministerio de Educación Nacional el nuevo Estatuto General de la Universidad Distrital marca un hito en la historia de la misma y un derrotero en temas cruciales como: el fortalecimiento en la democracia a través de una mayor participación de la Asamblea Universitaria, el Consejo Estudiantil y de los Claustros Docentes en temas importantes para la universidad. Se debe reconocer la generación de espacios y mesas de trabajo por parte de la Secretaría de Educación, lo cual permitió realizar discusiones previas a las sesiones del Consejo Superior y llevar propuestas de articulado concertadas entre los diferentes miembros de este cuerpo colegiado, desarrollando un proceso de negociación participativo, objetivo, en gran medida consensuado entre todas las representaciones y estamentos. Prueba de ello fue la capacidad que tuvimos de respetar las diferencias y construir propuestas a partir de ello, por consiguiente, vale la pena decirlo, el proceso fue exitoso”, expresó Jairo Humberto Lara Zárate, delegado del Ministerio de Educación Nacional.
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“Ha sido un proceso exitoso en el sentido de poder discutir los temas que consideró el Consejo, lo que quedaba faltando y lo que se podía mejorar en todos los procesos de participación en las bases de la comunidad universitaria, que viene discutiendo ampliamente con los diferentes estamentos, que había tenido grandes dificultades y que finalmente logró acuerdos. Gracias a la gestión de la organización y a la Presidencia del Consejo Superior, en manos de la Secretaría de Educación, este proceso ha sido bastante exitoso, se han oído las diferentes opiniones, las voces y las propuestas que han surgido alrededor de ese proyecto inicial que fue presentado por la Asamblea Universitaria. Dentro de la autonomía universitaria que la ley le permite, me parece que es sumamente importante rescatar de la reforma esa capacidad de participación y de reconocimiento de las diferentes voces que constituyen la academia de la institución", aseguró Luis Alfonso Ramírez, ex rector de la Universidad Distrital y representante de los exrectores al CSU.
“Es un ejemplo claro de cómo el trabajo en equipo puede llegar a tener unos buenos resultados. El liderazgo de la Secretaría de Educación fue importante, logró enmarcarnos, poner un rumbo, tomar un tiempo de sus asesores, de la misma Secretaría, para poder sacar adelante esta situación. Después de casi 25, 26 años que la universidad pedía este proceso democrático, se logró ya un Estatuto General que en realidad responde a todas las necesidades. Ahora hay que pensar en una nueva universidad con nuevos retos, con una situación en el tema de educación totalmente diferente y esa es la idea, que se sigan construyendo, que podamos seguir pensando en qué es lo que necesita en este momento la sociedad de nosotros como universidad para seguir formando y seguir sacando profesionales que contribuyan a la transformación social”, indicó Óscar Mauricio Giraldo Santos, representante de los egresados ante el Consejo Superior Universitario.
“Este estatuto amplía la visión de autonomía universitaria para que no se quede únicamente en el Consejo Superior sino en toda la comunidad universitaria y por ende el proceso de impacto en la universidad va ser importante. El fortalecimiento va a estar entonces en el posicionamiento académico que va a tener la Universidad Distrital, en la eficiencia administrativa y la participación interna de la comunidad universitaria. La Secretaría de Educación como presidenta de este Consejo Superior, fue muy ágil para convocarnos, muy abierta a la discusión, tuvimos la posibilidad de reunirnos múltiples veces y avanzar de manera definitiva en esta aprobación y en los últimos tres meses nos permitieron un trabajo intensivo, de muchas sesiones para poder aprobar este Estatuto. El papel que jugó la Secretaría de Educación es de concertar, de escuchar, de proponer y de respetar los acuerdos que se plantean”, expresó Ana María Nates Rodríguez, designada del Presidente de la República ante el Consejo Superior de la Universidad Distrital.
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“Este logro es algo fundamental, básico y se inició un proceso de transformación. El tiempo dedicado para poder consensuar con los demás miembros del Consejo Superior fue arduo, fue bastante el ejercicio sobre todo de paciencia, de establecimiento de consensos para poder obtener finalmente los acuerdos importantes y llevar las sesiones formales del Consejo Superior Universitario en sesiones extraordinarias, todas ellas con participación de la secretaria Isabel Segovia, liderando el proceso, para finalmente tener un estatuto general. Sin la Secretaría hubiera sido imposible terminar de completar en este 2024 este estatuto, que es un faro para nuestra universidad, es una luz de esperanza, que esperábamos toda la comunidad”, dijo José Manuel Flórez Pérez, representante del estamento docente ante el Consejo Superior Universitario de la Universidad.
