Abejas, madera y color: un día para los polinizadores en el Colegio Nueva York de Bogotá

16·SEP·2025
Pequeños huéspedes encuentran un nuevo hogar en medio del colegio, un espacio pensado para insectos polinizadores.
Abejas polinizadoras en el Colegio Nueva York de Bogotá 2025Foto: Jardín Botánico de Bogotá
Las acciones de cuidado construidas colectivamente y la comprensión de su relación con las plantas por parte de los niños, niñas y profesores del Colegio Nueva York, Bogotá fortalece su compromiso de reverdecer su territorio.

¡En Bogotá, mi Ciudad, mi Casa incentivamos y promovemos la educación ambiental! El Colegio Nueva York​, ubicado en la localidad de ​Suba​​​ al noroccidente de a capital. ​​amaneció listo para transformarse. El equipo del Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis ​​llegó con tablas, clavos, herramientas, con el propósito de construir un refugio para los pequeños aliados de la naturaleza. 

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Pieza por pieza, se fue ensamblando el hotel de insectos, una estructura creada para ofrecer resguardo a polinizadores como abejas solitarias, mariposas y escarabajos benéficos. Los compartimentos, cuidadosamente rellenados con troncos perforados, fibras y materiales naturales, quedaron listos para convertirse en nidos y refugios, apoyando así la regeneración de la flora urbana en el entorno escolar

Mientras el ​nuevo “​hotel​”​ tomaba forma, a pocos metros la pared del colegio se llenaba de trazos y bellas figuras. Allí, brochas y rodillos iban revelando un mural ambiental que representa abejas junto a plantas que les muestran sus formas y colores para ser polinizadas, mientras a cambio les ofrecen su delicioso néctar. Cada línea, cada detalle, transmitía un mensaje claro: la vida de estos insectos está íntimamente ligada a la salud de nuestros ecosistemas. El mural no solo embellece el espacio, sino que convierte esa pared en una lección permanente de educación y cuidado ambiental, visible para todo aquel que la observe con curiosidad. 

En conjunto, el ​“​hotel​”​ de insectos y el mural son más que intervenciones físicas, son símbolos de una apuesta por la ciencia participativa y la conexión entre arte y naturaleza. El primero, un refugio vivo que con el tiempo se llenará de actividad; el segundo, una obra que permanecerá recordándonos por qué proteger a los polinizadores es proteger la vida y el ​​futuro​. Juntos dan testimonio de este aprendizaje para la vida y el conocimiento de las niñas y los niños que participaron en cada momento, en este ejercicio de cariño y cuidado hacia la naturaleza​. 

“Esta quedando muy lindo” dijeron algunos niños mientras aplicaban los colores a los dibujos, “visualmente mejora todo para los chicos” consideraban las profesoras que han venido liderando el proceso desde el Colegio; “que lindo que el colegio tenga algo así́”, se escuchaba mientras las personas que pasaban señalaban con emoción las formas que iban revelándose con el trabajo de los niños. 

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Con el reconocimiento de la importancia de los polinizadores, las acciones de cuidado construidas colectivamente y la comprensión de su relación con las plantas por parte de los niños, niñas y profesores del Colegio Nueva York, Bogotá fortalece su compromiso de reverdecer su territorio, conservar participativamente la biodiversidad urbana y acercar el mensaje ambiental a todos los rincones de la ciudad. Con estos procesos continuamos #Tejiendoterritorios. 

Este contenido fue creado a partir de la información proporcionada y difundida por el Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis https://jbb.gov.co/ . El artículo fue curado por un o una periodista del Portal Bogotá.
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