Distrito objeta una de más de 50 acciones del acuerdo de Emergencia Climática

1·DIC·2020
El Distrito está comprometido con la meta de reducir en 10 % la concentración de material particulado PM10 y PM2.5 en los próximos cuatro años.
bogotá
Imagen. Alcaldía de Bogotá.

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La Administración de la alcaldesa Claudia López está convencida de que el proyecto de acuerdo de Emergencia Climática es conveniente para la salud y el bienestar de los ciudadanos, por eso, realizó la declaratoria de la Crisis Climática el 29 de febrero.

Adicionalmente, el Distrito está comprometido con la meta de reducir en 10 % la concentración de material particulado PM10 y PM2.5 en los próximos cuatro años, mediante la implementación del Plan de Gestión Integral de Calidad de Aire, que se encuentra en formulación y se pondrá en marcha en 2021.

Esta Administración está implementando el Plan de Acción Climática de Bogotá 2020 - 2050, donde se incluye la gestión para la reducción de, al menos, 15 % en la emisión de Gases de Efecto Invernadero – GEI en 2024.

Del mismo modo, el Distrito ha venido renovando la flota Troncal y Zonal, y está trabajando para asegurar una agenda de asenso tecnológico que mejore la calidad del aire de la ciudad y no ponga en riesgo la sostenibilidad del Sistema Integrado de Transporte Público de Bogotá - SITP.

Los hechos demuestran cómo la Administración Distrital ha avanzado en la implementación de tecnologías cada vez más limpias y continuará trabajando en ese sentido en la medida de sus posibilidades y restricciones fiscales. Sin embargo, obligarse a comprar y renovar flota exclusivamente eléctrica, sin la posibilidad de generar competencia y sin respaldo fiscal, no sería responsable.

Por tal motivo, la Administración Distrital objeta parcialmente el proyecto de acuerdo de Emergencia Climática, en específico solo una de las más de 50 acciones, la 4.1.3, en la que obliga al Distrito a que todas las renovaciones de flotas de los componentes Troncal y Zonal deben hacerse a movilidad eléctrica a partir de 2022, hecho que no es viable financieramente.

Si el Concejo se comprometiera en aprobar las fuentes necesarias para acelerar la renovación de la flota, tal como se hace en otros países y ciudades del mundo, donde primero se disponen y garantizan los recursos y luego se generan las obligaciones, la Administración respaldaría cualquier acuerdo en ese sentido. Pero generar la obligación sin recursos no es viable ni sostenible.

Renovación de la flota avanza

Es importante resaltar el trabajo de la ciudad en relación con la renovación de flota de transporte masivo de pasajeros. Gracias a esto, se encuentra entre las ciudades de Latinoamérica y el Caribe que han abordado con mayor determinación este reto y que en los últimos años ha generado un notable salto tecnológico. Asimismo, la ciudad ha incursionado en la masificación de la infraestructura y el uso de modos alternativos como la bicicleta y la patineta.

En los últimos años, dentro de la flota del SITP se ha duplicado la participación de tecnologías vehiculares de cero o bajas emisiones de material particulado (estándares de emisión EURO V o superior), al pasar del 33,1 % en 2014 a más del 60 % en la actualidad. De esta manera, ha consolidado una flota más limpia, un referente en el continente.    

Además, la ciudad ya ha tomado importantes decisiones para migrar hacia tecnologías limpias, como el Corredor Verde por la Carrera Séptima con tecnología 100 % eléctrica y la construcción de más cables aéreos en diferentes localidades, como alternativa de transporte amigable con el ambiente.

En cuanto a TransMilenio, el ascenso tecnológico y la renovación de la flota de los componentes Troncal y Zonal por vehículos de cero (eléctricos) y bajas emisiones es un compromiso que asumió la ciudad, pero debe implementarse de manera gradual, teniendo en cuenta que dicho proceso no afecte la viabilidad económica del sistema y que en el mercado existan suficientes proveedores de nuevas tecnologías y oferentes para los procesos licitatorios. Además, el mismo acuerdo 732 de 2018 aprobado por el Concejo de Bogotá ya reconoce la gradualidad y, sobre todo, determina una ruta hacia la transición a la movilidad eléctrica en Bogotá.

Con estos dos preceptos, oferta en el mercado y viabilidad económica, TransMilenio ha dado pasos significativos en el ascenso tecnológico de su flota para tener cada vez más vehículos amigables con el ambiente.

Impacto fiscal por acudir exclusivamente a flota eléctrica

Renovar la flota exclusivamente con tecnología eléctrica tendría un impacto fiscal significativo en la ciudad, pues implicaría un esfuerzo mayor para el SITP al incluir una restricción de adquisición con una tecnología que, además, requiere nueva infraestructura.

Acelerar el proceso de transición hacia la movilidad eléctrica no significa necesariamente hacerlo bien, más cuando ya hay una hoja de ruta establecida. Además, la ciudad se encuentra haciendo grandes esfuerzos en términos de inversión para mitigar la crisis social y económica producto del COVID-19.

De realizar la renovación y adquisición de flota exclusivamente con tecnología eléctrica a partir de 2022, frente a otras tecnologías la diferencia en el Fondo de Estabilización Tarifaria – FET en el periodo 2021 – 2031 sería de $4.2 billones.

De ser necesario apropiar los recursos adicionales para acelerar la adquisición de la flota eléctrica en los términos indicados en el proyecto de acuerdo, se generaría un impacto negativo en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, afectando el indicador de sostenibilidad de las finanzas del Distrito, aspecto que tendría gran repercusión en la calificación de riesgo de la ciudad”, explicó Juan Mauricio Ramírez, secretario de Hacienda.

Fuentes alternativas de ingresos

La Secretaría de Movilidad está trabajando en la búsqueda de un sistema de tarifas más equitativo que separe la operación del sistema de transporte público del costo para usuario, de tal manera que el sistema se pueda sostener sin necesidad de un aumento tarifario, para proteger especialmente a las personas más vulnerables. Esto se ve reflejado en la meta del Plan Distrital de Desarrollo de implementar cuatro nuevas fuentes de fondeo para el SITP”, agregó, por su parte, Nicolás Estupiñán, secretario de Movilidad.

Aún no se han implementado alternativas en este sentido, pues no se han viabilizado fuentes como el estacionamiento en vía (a cuya implementación se opuso el Concejo) y la contribución a parqueaderos (que estaba en el proyecto del Plan de Desarrollo, pero el Concejo sacó el artículo). Una vez se logre avanzar en esas fuentes, será factible revisar el tema de renovación de flota únicamente con tecnología eléctrica. Pero antes, lo responsable y necesario es evaluar la sostenibilidad fiscal del sistema, teniendo en cuenta la situación por la coyuntura de la pandemia.

Ascenso tecnológico de la flota

En el componente Zonal se están incorporando 483 buses eléctricos en el marco del proyecto Fase V para extender la cobertura del sistema a las zonas actualmente atendidas por el esquema Provisional y el Otrosí estructural firmado entre TRANSMILENIO S.A. y sus operadores zonales, lo que convierte a Bogotá en la capital de la movilidad eléctrica del país y un referente en el continente, al contar con una de las flotas más grandes de esta tecnología.

Estos vehículos ya están entrando en operación de manera gradual, proceso que se extenderá hasta el primer trimestre de 2021.

Adicionalmente, en el marco de Fase V y el Otrosí, en lo corrido del año se han vinculado 563 buses zonales nuevos con estándar de emisión Euro VI, como parte del compromiso de renovación del parque automotor y la reducción de emisiones.

Para hacer la equivalencia, 6.000 buses con tecnología a gas natural vehicular y estándar de emisión Euro VI emiten la misma cantidad de material particulado que un solo bus antiguo con estándar de emisión Euro II por cada kilómetro recorrido.

Por otra parte, en el componente Troncal se renovó la totalidad de la flota de las fases I y II con 1.441 buses articulados y biarticulados con tecnología Euro V con filtro y Euro VI, que emiten 95 % menos material particulado en comparación con la flota reemplazada con estándar de emisión Euro II y III. Cabe destacar que este proceso licitatorio también estaba abierto para tecnología eléctrica y contaba con una bonificación en el puntaje.

“Estamos comprometidos por mejorar la calidad del aire en la ciudad y tener un sistema limpio y amigable con el ambiente. Por eso estamos en el proceso de ascenso tecnológico de la flota, que debe ser gradual y cuidadoso, pues hacerlo de manera apresurada pondría en riesgo la viabilidad económica del sistema y, en últimas, la prestación del servicio para nuestros usuarios”, concluyó Felipe Ramírez, gerente general de TRANSMILENIO S.A.