El Jardín Botánico de Bogotá, el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia (MINTIC), y Servicios Postales de Colombia – 472, presentaron la nueva edición especial de estampillas de Navidad con la que se hace un reconocimiento a la biodiversidad que alberga este emblemático tesoro verde de ‘Bogotá, mi Ciudad, mi Casa’.
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De la colección hacen parte el ave migratoria Reinita Gorjinaranja (Setophaga fusca), la orquídea Masdevallia ignea, la Bromelia Guzmania conífera y la cascada del Jardín Botánico.
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Estas estampillas representan un patrimonio natural en materia de conservación, biodiversidad y vida de las diferentes especies. Adicionalmente, esta representación se convierte en un mensaje a los ciudadanos para que reflexionen, contemplen y se apropien de la belleza y diversidad de la flora y fauna de la capital del país, en la que se destacan especies y lugares que son un regalo de la naturaleza.
“Yo quisiera que dentro de algunos años alguien tome estas estampillas, que representan un gran valor, y recuerden que en el año 2024, el Ministerio de Tecnologías y Comunicaciones de Colombia, y la empresa 4-72 emitieron estos sellos, que simbolizan la unión entre la historia y la biodiversidad, así como la importancia de la ciencia” resaltó María Claudia García Dávila, directora del Jardín Botánico de Bogotá.
Curiosidades científicas de las especies que hacen parte de las estampillas
1. Reinita Gorjinaranja (Setophaga fusca): una parte de la población que migra a Sur América, llega a Colombia en el mes de agosto para pasar la Navidad en Colombia. Se trata de una pequeña especie de reinita, protagonista de una asombrosa migración desde el norte de América. Hacen migraciones principalmente nocturnas, aunque pueden también hacerlo en el día, avanzan alrededor de 40 km/día dependiendo la disponibilidad de recursos a través de Centro América.
Su destino final es Colombia, donde llega en octubre para pasar la época de invierno. Aquí, encuentra un banquete navideño en los bosques colombianos, con una variedad de insectos. Esta intrépida y hermosa ave celebra las fiestas en el país con mayor diversidad de aves en el mundo, un lugar único que la acoge año tras año.
2. Masdevallia ignea: esta orquídea es un asombroso ejemplo de cómo la naturaleza crea formas sorprendentes y coloridas. Conocida como ígnea —nombre que significa “ardiente” o “de fuego”—, esta especie ilumina las montañas de algunas regiones de Colombia con su belleza. Sus flores forman una estructura que parece una antorcha en miniatura, mientras que sus vibrantes tonos de naranja, rojo y amarillo parecen pequeñas llamas llenas de vida.
A pesar de su pequeño tamaño, esta joya de las orquídeas se destaca por su impresionante impacto visual. Su forma única y sus colores intensos simbolizan amor, calidez y energía, ideales para celebrar la Navidad y nuestras tradiciones.
3. Guzmania conifera: esta planta pertenece a la misma familia de la piña: las bromeliáceas, reconocidas por su asombrosa adaptabilidad a diferentes entornos y su capacidad de almacenar agua en sus hojas. Guzmania conifera, en particular, se reconoce por sus brillantes flores agrupadas en un racimo central. Aunque sus flores son pequeñas, su llamativa inflorescencia, que varía entre tonos rojos y amarillos, crea un contraste espectacular con el verde intenso de sus hojas.
Al igual que otras bromelias, es un maravilloso ejemplo de belleza y adaptabilidad. Sin embargo, durante esta época del año, algunas bromelias son recolectadas para adornar pesebres, afectando sus poblaciones silvestres. Evitemos el uso indebido de plantas como las bromelias y los musgos, ya que cumplen un papel fundamental en los ecosistemas y su conservación es clave para mantener el equilibrio natural.
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4. La cascada del Jardín Botánico: la cascada del Jardín Botánico de Bogotá es un refugio encantador en medio de la ciudad, que cautiva con el sonido del agua y la magia de su iluminación navideña. Durante esta temporada, el murmullo del agua al caer entre las rocas se fusiona con las luces brillantes, creando un ambiente lleno de serenidad y encanto.
Al acercarse, el paisaje cobra una atmósfera especial: plantas, árboles, luces y agua se combinan en perfecta armonía, ofreciendo un espectáculo único. Este rincón de Bogotá se transforma en un lugar ideal para escapar del bullicio de las festividades, invitando a desconectarse, reflexionar y disfrutar de la tranquilidad que trae diciembre.