El programa 'Bogotá a Cielo Abierto 2.0' llegó para quedarse

25·FEB·2022
Con la firma del nuevo decreto de Bogotá a Cielo Abierto 2.0, el programa se vuelve de carácter permanente, para el mejoramiento y uso del espacio público.
Bogotá a Cielo Abierto 2.0 se convierte en un programa permanente
La Alcaldía Mayor de Bogotá expidió el decreto 070 de 2022 que le da vía libre a la estrategia de revitalización del espacio público “Bogotá a Cielo Abierto 2.0”. Foto: DADEP

Únete a nuestro canal de noticias en WhatsApp

Tras varias mesas de concertación y un amplio proceso de socialización con el sector gastronómico, teniendo en cuenta los avances en la reactivación económica de la ciudad, que se reflejan en un crecimiento de la economía del 10% al finalizar el 2021, la Alcaldía Mayor de Bogotá expidió el decreto 070 de 2022 que le da vía libre a la estrategia de revitalización del espacio público “Bogotá a Cielo Abierto 2.0”

El documento contiene la reglamentación de la iniciativa, que fue una pieza fundamental de la exitosa reactivación económica de la ciudad durante el 2021 y que en esta nueva versión priorizará el cuidado del espacio público y la inclusión.

La iniciativa garantizará que los peatones y los comerciantes puedan compartir el espacio público, a la vez que impulsa la inclusión social de la población vulnerable en dos formas: la primera, permitiendo el desarrollo organizado de sus actividades a vendedores informales y artistas callejeros; la segunda, por medio de la formalización laboral, a esta población.

Aprovechamiento económico del espacio público

La revitalización del espacio público bajo el marco de Bogotá A Cielo Abierto, además de la inclusión social y la organización urbanística de las zonas, permitirá la reinversión en mantenimiento y mejora del espacio público con los recursos que se generen por el aprovechamiento económico de estos sectores o espacios.

Aquí, una fotografía de la zona abierta de restaurantes en la plaza de mercado La Concordia. 

Visitantes de la plaza La Concordia
Visitantes de la plaza La Concordia disfrutando del almuerzo en espacios abiertos. Foto: DADEP

Esta reinversión se podrá materializar en mejoras de andenes, parques o alamedas, iluminación, señalización y renovación del mobiliario urbano, así como la instalación de cámaras de seguridad. Adicional a esto, si en el sector donde va a operar el modelo se evidencia que no es necesaria una intervención en el espacio público, la reinversión de los recursos se podrá realizar en otros sectores de la ciudad.

“Con Bogotá A Cielo Abierto 2.0 estamos demostrando las bondades del espacio público y de los modelos de aprovechamiento económico con los que cuenta la ciudad. Garantizamos, no solo que se utilicen de forma correcta los andenes y las vías, para el ejercicio de una actividad económica, sino que, además, esto servirá para mejorar y mantener los entornos y vincular a la población vulnerable”, manifestó, Diana Alejandra Rodríguez Cortés, directora del DADEP.

Política de ciudad a largo plazo

La Secretaría Distrital de Desarrollo Económico y el Departamento Administrativo de la Defensoría del Espacio Público seguirán trabajando conjuntamente para llevar a cabo estos procesos, haciendo la socialización de la iniciativa, para así mantener las relaciones estratégicas entre el Distrito Capital y los sectores económicos y productivos de la ciudad.

A continuación, una fotografía de un restaurante y sus dueños en la localidad de La Candelaria. 

Comerciantes de la Localidad La Candelaria 2.0
Comerciantes de la localidad La Candelaria. Foto: DADEP

“Bogotá A Cielo Abierto 2.0 será ahora una actividad económica permanente, con un modelo operativo que permitirá utilizar y aprovechar el espacio público, manteniendo un ejercicio de corresponsabilidad entre la ciudad y los sectores productivos, pero con un tratamiento inclusivo. Esto, nos permitirá darle escalabilidad a la estrategia y continuar con un modelo económico positivo para Bogotá “, señaló Alfredo Bateman- secretario de Desarrollo Económico

De esta manera, Bogotá a Cielo Abierto deja de ser un proyecto piloto que surgió para atenuar los efectos económicos de la crisis que generó la pandemia, para convertirse en una política de ciudad a largo plazo, que articula las ventajas de la estrategia y los instrumentos de aprovechamiento económico