"Bogotá es nuestro hogar y a nadie le gusta ver su casa destruida"

8·ABR·2021
Laura Cumbalaza, restauradora de la Brigada de Atención a Monumentos del IDPC, nos cuenta cómo ingresó al instituto gracias "Talento no palanca"
Laura Cumbalaza, restauradora del IDPC
Laura Cumbalaza, restauradora de la Brigada de Atención a Monumentos. FOTO: IDPC

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La Brigada de Atención a Monumentos (BAM) del equipo Bienes Muebles y Monumentos del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC), trabaja a diario con el objetivo de mantener la conservación, restauración, limpieza, enlucimiento y mantenimiento general de los diversos patrimonios de la ciudad. 

Laura Cumbalaza Noreña, quien hoy es parte de este equipo, nos compartió su historia. Tras varios meses de estar radicada en Rotterdam (Holanda) trabajando como restauradora de papel, en un taller privado que restauraba parte de la colección de planos del New Institute, volvió al país en marzo del año pasado, con ganas de seguir aprendiendo sobre metodologías de restauración. 

Con su llegada al país, Laura se encontró con la difícil situación generada por la pandemia del COVID-19. Ella, con ánimos de trabajar y seguir aprendiendo técnicas de su oficio en Colombia, estuvo buscando de forma activa una nueva oportunidad laboral pese a las circunstancias que se presentaban en Bogotá. 

“Durante la pandemia estuve buscando una nueva oportunidad laboral. Tras postular mi hoja de vida en varias plataformas, una tarde me llamaron ya que había una vacante como restauradora para un programa del IDPC, después de encontrar mi currículum en la página 'Talento No Palanca', ellos me contactaron”, comenta Laura.

Gracias a esta llamada comenzó a trabajar dentro del equipo de restauradores residentes en la Brigada de Atención a Monumentos (BAM) del IDPC; hoy, después de siete meses, agradece por los nuevos conocimientos que ha obtenido y por el crecimiento profesional que está adquiriendo con su labor. 

Mantenimiento del IDPC

Las intervenciones que realiza a diario en la ciudad dependen de la dificultad que plantean los tratamientos que deba ejecutar, lo que hace difícil determinar un tiempo concreto que defina el inicio y el fin de los procesos de limpieza o tratamientos que desarrolla durante su jornada laboral. 

“Realmente no tenemos un horario fijo, estamos sujetos a las condiciones climáticas. Solemos iniciar la jornada de trabajo entre las 7:00 y las 7:30 de la mañana, depende de la dificultad que plantean los tratamientos, y finalizamos sobre las horas de la tarde. En la mayoría de los casos los procesos de limpieza se deben hacer en varias jornadas”, comenta. 

Laura no trabaja en una oficina. Las calles de la ciudad se han convertido en su espacio laboral. Cada día la 'selva de cemento' la enamora más porque recorriéndola ha encontrado la esencia que se conserva en cada monumento que allí encuentra y que restaura; valora la historia que cada lugar de Bogotá tiene por contar, se identifica como ciudadana en cada sitio que visita y se frustra, por momentos, cuando encuentra grandes daños en la ciudad. 

“Debido a nuestra labor en ocasiones es un sentimiento de frustración, en otras ocasiones es tristeza, ya que, algunas veces los daños son irreparables. Todos los bienes culturales en el espacio público representan una parte de nuestra historia y de nuestra identidad como ciudadanos. Dañarlos, de alguna u otro forma, lo entiendo como un daño a nuestra memoria histórica”, asegura Laura. 

Y añade: “los monumentos son como un medio de reivindicación ciudadana, ya que en muchos casos son puntos de encuentro y símbolos de la ciudad. Es importante encontrar formas de emplearlos sin causar tantos daños”. 

Laura invita a los ciudadanos a entender la conmemoración patrimonial que se conserva en cada rincón de Bogotá y a cuidar el valor histórico que cada uno de estos lugares o monumentos representan. 

¿Cómo se realizan las jornadas de intervención de la Brigada de Atención a Monumentos (BAM) del IDPC?

Cada jornada de intervención se desprende de una serie de diagnósticos previos que debe realizar la brigada, en la que se determinan las patologías que sufre el bien mueble. Esto ayuda a definir los solventes y materiales que se requieren para el proceso de limpieza, sin afectar el material base del lugar o monumento a intervenir. Así mismo se determina el equipo de trabajo y las labores que se deben desarrollar. 

Realizando trabajo de campo, Laura se ha encontrado con diversas situaciones que hoy pasan a ser anécdotas por contar, unas buenas otras no tanto, pero ella se queda con la gratitud de muchos ciudadanos hacia su labor.

“Afortunadamente nunca hemos tenido ningún tipo de problema a la hora de realizar nuestras labores. Por el contrario, la mayoría de las ocasiones los vecinos de la zona nos agradecen y apoyan”, comenta Laura.  

Mantenimiento del IDPC

FOTOS: IDPC