Superó la vida en calle y ahora es el mejor puntaje del ICFES, la historia de Jonathan

¡Aquí sí pasa! En Bogotá, mi Ciudad, mi Casa existen las herramientas para salir adelante. Cuando Jonathan Julián Vergara recibió la noticia de ser el mejor puntaje del ICFES por parte de sus profesores, no creía lo que había logrado. Emocionado corrió a contarle a su familia y, en especial, a su mamá, quien le expresó lo orgullosa que se sentía de él después de un largo abrazo.

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Para Jonathan, este no es solo un éxito académico, es en realidad un paso más en su camino de superación de vida en calle, el mismo que viene recorriendo desde hace dos años.

Recuerda que perdió seis años de su vida en la calle, a la que llegó por malas compañías que le hicieron conocer desde muy joven, el mundo de las sustancias psicoactivas. Con esa decisión perdió lo que él más amaba: su familia y, en especial, su hijo.

“Desde muy niño conocí las drogas y por falta de conocimiento, de cuidado, de no saber tantas cosas del ambiente en el lugar donde yo crecí, que era muy pesado en ese tiempo, hace 30 años, más o menos, un lugar totalmente difícil para crecer”, explicó Jonathan.

Agotado de la vida que llevaba y después de reflexionar, Jonathan  apostó por hacer un verdadero cambio. “Hay tres puntos importantes por los que tomé la decisión. El primero,  la pérdida de mi familia y su confianza, la verdad,  para mí fue muy duro estar un 31 de diciembre solo, sucio, sin bañarme, dándome cuenta que podría haber estado en ese momento compartiendo con mi familia. La segunda, mi edad, ahora tengo 35 años, y uno dice en qué momento pasó tanto tiempo perdido. La  tercera, mi hijo, por la motivación de querer de enseñarle y ser un orgullo para él”, contó.

Por aquellos años también sufrió un accidente de tránsito en el que estuvieron comprometidas sus extremidades, esto afectó la movilidad de su brazo izquierdo de por vida, pero para él, esta discapacidad no ha sido un obstáculo para seguir trabajando por sus metas.

Cuando asistía a los servicios de autocuidado, Jonathan conoció la estrategia CIPREIA, recuerda que  los miembros del equipo de la Subdirección para la Adultez de la Secretaría de Integración Social  le explicaron cómo podía acceder a esa educación flexible. En ella, los participantes cursan  distintos ciclos educativos, los cuales comienzan con la adquisición de habilidades de lectura y escritura, y culminan en el ciclo VI, donde obtienen sus títulos de bachilleres académicos, y refuerzan sus conocimientos en matemáticas, lenguaje, ciencias naturales y sociales.

Sobre CIPREIA y los docentes que acompañan su proceso, Jonathan destacó: “La paciencia que los profes tienen para enseñar. Lo hacen de un modo muy calificado, porque la verdad se me ha quedado todo lo que me han explicado, siempre tienen una buena actitud para enseñar”.

Jonathan quiere seguir estudiando algo relacionado con la ecología, medioambiente y recuperación de material de reciclaje. Dice que son temas que le apasionan, para él sería fundamental contar con un apoyo o un patrocinio para continuar avanzando.

Por lo pronto, él y su familia están haciendo planes para celebrar  su grado como bachiller el próximo 20 de noviembre. “Vamos a hacer todo juntos porque una sobrina mía se gradúa el mismo día. La verdad todos en mi familia han estado muy contentos y motivados y sigo creyendo en mi para alcanzar mis metas”, concluyó.

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