Erika Daniela Robles dio a luz a su bebé en el Hospital de Meissen, ubicado en la localidad de Ciudad Bolívar, quien luego de dos horas de nacimiento tuvo que ser intervenida por un equipo médico y especializado que la operó de una malformación congénita severa en su cerebro y espalda. La cirugía fue un éxito y la bebé se encuentra en óptimo estado de salud.
Erika es oriunda de Chitaraque, Boyacá y debido a la pandemia decidió pasar la mayor parte de su embarazo sin recibir controles médicos ni prenatales, sin embargo unos días antes de dar a luz decidió viajar a Bogotá para realizarse algunos controles de rigor y luego de recorrer varios hospitales fue en Meissen donde le dieron la noticia de que su bebé tenía una grave malformación en el cerebro y la espalda, así que el equipo médico le sugirió continuar con el embarazo y operar a su hija al nacer.
"En los demás hospitales que visité me recomendaron interrumpir el embarazo. Me decían que mi hija iba a convulsionar apenar naciera y que si lograba sobrevivir quedaría como un vegetal o que tendría muchas dificultades. En ese momento no lo podía creer y con mi esposo estábamos devastados. Sin embargo, nos aferramos a la fe y los milagros y en el Hospital Meissen encontramos una oportunidad de vida para nuestra bebé", explica Erika al recordar los difíciles momentos por los que atravesó.
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Según informe médico del Hospital de Meissen, la bebé Mia Samara nació con una malformación denominada 'Chiari tipo II' y con un defecto en la espina bífida llamada mielomeningocele, la cual se desarrolla cuando la columna vertebral y el conducto raquídeo no se cierran de manera correcta antes del nacimiento.
Según un informe de la Stanford Children's Health, la ocurrencia de la malformación de Chiari se presenta en uno de cada 1000 nacimientos. Por su parte, la doctora Ruth López, líder del servicio de Neonatología de la Subred Sur, acompañó todo el proceso y aseguró que:
“La paciente nació con un defecto bastante grande, de 5 x 8 centímetros de diámetro y el compromiso severo del sistema nervioso central requirió un manejo integral que va desde antes, durante y después de su nacimiento, el cual ahora estamos realizando de manera ambulatoria luego de que fuera intervenida en el quirófano”.
López también explicó que el defecto congénito de la niña era tan grande que la piel no alcanzaba a cubrirlo todo y por eso le realizarán diferentes procedimientos de cirugía plástica, además de procesos complejos y de alto costo como el cultivo de queratinocitos que también se usa para mejorar la calidad de vida de pacientes con quemaduras muy graves.
Especialistas en neonatología, neurocirugía, cirugía plástica, infectología, terapia, psicología y trabajo social de la Subred Sur son parte del equipo que ha intervenido para la recuperación de la bebé Samara, quien hoy, con 4 meses de edad y luego de cuatro cirugías, muestra resultados muy satisfactorios y se encuentra en buen estado de salud.
La doctora Ruth refiere que: “es un caso exitoso porque se logró corregir el defecto congénito de la bebé, evidenciamos que su recuperación avanza muy rápidamente, incluso mejor de lo que esperábamos”.
Por su parte, la mamá de la pequeña Samara solo tiene palabras de agradecimiento para el equipo médico y la atención que ha recibido en el Hospital de Meissen, así como destaca y califica como positiva la calidad del servicio que ha recibido su bebé. "Gracias por salvar la vida de mi hija", concluyó.