Desde el pasado mes de marzo, cuando se expidieron los decretos de cuarentena por parte del Gobierno Nacional y el Distrito, los internos de la Cárcel Distrital de Varones y Anexo de Mujeres dejaron de recibir las visitas de sus familiares como primera medida para evitar que se ampliara el contagio de COVID – 19 y su forma diaria de socializar cambió radicalmente.
En entrevista con www.bogota.gov.co, el secretario de Seguridad Convivencia y Justicia, Hugo Acero manifestó que desde la entidad se inició una estrategia para evitar el estrés que este tipo de medidas generaba en la población interna y de otras manifestaciones de salud mental que es posible tratar a través de las artes.
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“Hemos buscado alternativas para que puedan pasar sus días con más tranquilidad y ha sido con el apoyo de Idartes que se les ha brindado jornadas culturales, recreativas manteniendo todos los protocolos de seguridad y aislamiento”, relató.
Y es que no ha sido fácil atravesar la cuarentena por el virus estando en la cárcel. “Estamos frente a una realidad humana de personas que han cometido delitos y están privadas de la libertad. En el comienzo de la pandemia para protegerlos en medio del aislamiento que tienen se les prohibieron las visitas. Hemos tenido buenos resultados con el control del COVID - 19 dentro de la cárcel, hasta hace pocos meses no teníamos COVID -19, no hemos tenido casos graves excepto un guardián que perdió la vida“, dijo el secretario.
También se implementaron servicios de audiencias virtuales en el marco de los procesos judiciales que llevan. “Algunos han salido libres, otros ya han sido trasladados a cárceles nacionales”, señaló el secretario.
Idartes ha llevado alegría y distracción a los internos
En la Cárcel Distrital de Varones y Anexo de Mujeres cerca de 900 personas privadas de la libertad han disfrutado de los espectáculos artísticos de música y la dramaturgia que ha llevado el Instituto Distrital de las Artes - Idartes.
Misael Torres, reconocido narrador oral y dramaturgo, es uno de los participantes que les contó historias de la tradición universal y nacional. “Cuando la música suena se expande el espíritu y los corazones se alegran. Cuando llegan los cuentos las esperanzas empiezan y el alma se alegra”, dijo al inicio de una de sus presentaciones.
Idartes también llevó al grupo Musical Booz compuesto por cuatro personas y que interpretó canciones de la región andina colombo-venezolana, boleros, además de algunas piezas inéditas.
Los hombres y mujeres compartieron con los artistas desde diferentes sitios de la cárcel con la implementación de medidas de bioseguridad y manteniendo la distancia.