El Colegio Alfonso Reyes Echandía de Bosa, tiene 49 nuevos árboles

En ‘Bogotá, mi Ciudad, mi Casa’ trabajamos por la conservación ambiental, los espacios verdes y la restauración de la Estructura Ecológica Principal de la ciudad. Es de vida o muerte”, narró hace 40 años Alfonso Reyes Echandía, entonces presidente de la Corte Suprema de Justicia, a través de una llamada a la emisora radial Todelar cuando el M-19 se tomó el Palacio de Justicia. El jurista y académico, uno de los rehenes del grupo guerrillero, le suplicó al gobierno que cesaran los combates para garantizar la vida de los magistrados y funcionarios. “Divulgue esto a la opinión pública para que el presidente dé la orden”, se escuchó en la radio.

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Reyes Echandía falleció durante la toma del palacio, ocurrida entre el 6 y 7 de noviembre de 1985. En 2006, una Comisión de la Verdad reveló que sus restos mortales tenían el tipo de balas que usó el Ejército Nacional en los enfrentamientos. 

El también profesor universitario tolimense que pasó a la historia como una de las voces de esta tragedia que todavía enluta al país, recibió un homenaje en un sitio de la localidad de Bosa, en el sur occidente de Bogotá, ubicado a pocos metros del río Tunjuelo y rodeado por varios conjuntos residenciales.

Se trata de un colegio distrital inaugurado el 21 de junio de 2007 y que lleva el nombre de Alfonso Reyes Echandía. Su historia empezó a gestarse dos años atrás cuando la Secretaría de Educación del Distrito (SED) se propuso ampliar la oferta educativa en la localidad.

En este megacolegio del barrio San Pedro, una zona conocida en el pasado como la finca San José de Maryland, cerca de 140 docentes educan a más de 3.300 estudiantes de preescolar, primaria y bachillerato en las jornadas de la mañana y la tarde.

Según la institución, en sus 18 años de vida se han formado miles de niños que luego se convirtieron en ingenieros, médicos, educadores, deportistas o artistas. Todos saben que recibieron una educación en un lugar que honra la vida y obra de Alfonso Reyes Echandía.

Colegio Alfonso Reyes Echandía: colegio ambiental

El colegio Alfonso Reyes Echandía, una amplia y colorida edificación de tres pisos, cuenta con varias coberturas vegetales. Desde que fue inaugurado, en las zonas donde juegan los estudiantes habitan decenas de palmas, guayacanes de Manizales y cerezos.

Una gran cantidad de eugenias fueron plantadas alrededor de las rejas que lo dividen de los andenes de la carrera 86 y la calle 74 sur, árboles que se convirtieron en cercas vivas. Además, los docentes de ciencias naturales crearon huertas estudiantiles en una zona lineal.

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El verde también manda la parada en los alrededores de la institución. El mayor pulmón es Tierra Viva, un bosque urbano con más de 3.200 árboles y arbustos de 21 especies que nació hace tres años por iniciativa de la comunidad y recuperó uno de los meandros del río Tunjuelo.

Al frente del colegio está ubicado San José de Maryland, un parque administrado por el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD) que abrió sus puertas en 2013 y el cual alberga cientos de individuos arbóreos y arbustivos.

Este año, el Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis se propuso renaturalizar este parque de 77.800 metros cuadrados plantando en varias de sus zonas 110 nuevos tesoros verdes de 13 especies, la mayoría nativas del bosque altoandino.

Viviana González, licenciada en biología del equipo social de la Subdirección Técnica Operativa, les socializó el proyecto de arborización a las directivas y docentes del Alfonso Reyes Echandía; el objetivo era que sus estudiantes participaran en las jornadas de plantación.

“El colegio cuenta con un grupo de vigías ambientales conformado por varios estudiantes entre tercero de primaria y octavo de bachillerato, pequeños que hacen parte del Proyecto Ambiental Escolar (PRAE) de la institución”.

Los vigías verdes ayudaron a renaturalizar el parque San José de Maryland y se convirtieron en sus nuevos guardianes. En la primera jornada, realizada el Día Nacional del Árbol, ayudaron a plantar 62 árboles y arbustos.

A finales de mayo, Juan David Joya, ingeniero forestal encargado del arbolado joven en las localidades de Bosa y Tunjuelito, organizó una actividad exclusiva para estos pequeños con corazón y alma de bosque.

“En una zona del parque, estos niños y jóvenes del colegio nos ayudaron a plantar 10 árboles de tres especies, guayacán de Manizales, milflores y ligustro. Al final de la actividad, los apadrinaron”.

Los nuevos guardianes escribieron en varias láminas de madera mensajes de protección y cuidado de la naturaleza, material que fue ubicado en los tutores de madera que les ayudarán a los árboles a crecer derechos.

“Esta estrategia social busca generar en los niños y jóvenes un mayor sentido de apropiación por los árboles y la naturaleza. Ellos nos ayudarán a cuidarlos y también los invitamos a las actividades de mantenimiento”, mencionó Viviana.

Estrategia climática

A mediados de este año, las Subdirecciones Técnica Operativa y Educativa y Cultural del Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis empezaron a diseñar una nueva estrategia para que los estudiantes y docentes de los colegios distritales de Bosa hagan parte de la renaturalización de la localidad.

Según Germán Darío Álvarez, subdirector técnico y operativo, el objetivo es aumentar las coberturas vegetales de los colegios y consolidar proyectos de transformación urbana con enfoque en justicia ambiental, biodiversidad, salud, educación y gestión territorial.

Así nació “Colegios para la adaptación climática”, una propuesta integral de intervención para desarrollar procesos técnicos, pedagógicos y sociales, además de abordar los retos del cambio climático en los colegios de esta localidad del sur de la ciudad.

“Para dar marcha a la estrategia, primero necesitábamos hacer un piloto con mínimo cinco colegios. Uno de los primeros que se nos vino a la mente fue el Alfonso Reyes Echandía por el trabajo que han hecho sus guardianes en el parque San José de Maryland”, apuntó Álvarez.

Profesionales de ambas subdirecciones del Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis se reunieron con William Chávez, rector del colegio, y varios de los docentes de ciencias naturales, para contarles los pormenores de esta nueva iniciativa en la localidad de Bosa.

“Aceptaron la propuesta, que estaría articulada con el Proyecto Ambiental Escolar (PRAE), porque les iba a permitir incrementar las coberturas vegetales del colegio y formar a sus estudiantes, docentes y padres de familia en temas ambientales”, precisó el subdirector.

El piloto de “Colegios para la adaptación climática” quedó conformado por las instituciones distritales Alfonso Reyes Echandía, Ciudadela Educativa de Bosa, El Porvenir, Sonia Osorio y Bicentenario de la Independencia.

El ingeniero Juan Joya y su cuadrilla de operarios visitaron los cinco planteles educativos distritales para revisar y evaluar sus zonas verdes, y así establecer la cantidad de nuevos árboles y arbustos que podrían recibir.

“En el Alfonso Reyes Echandía identificamos varias áreas aptas para plantar en los dos patios donde juegan los niños. En estos sitios evidenciamos potencial para renaturalizarlos con 39 individuos de 10 especies arbóreas y arbustivas”.

Mientras se definía la logística para la futura plantación, tres profesionales de la Subdirección Educativa y Cultural iniciaron el trabajo pedagógico de la estrategia con cerca de 100 niños de tres grados: dos de tercero primaria (301 y 303) y uno de sexto de bachillerato (602).

“Realizamos varios talleres teóricos y prácticos sobre las especies arbóreas y arbustivas del bosque urbano Tierra Viva, además de la fauna que alberga. Los estudiantes también aprendieron sobre plantas medicinales”, informó la profesional Paula Garay.

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Fiesta verde

El pasado martes 11 de noviembre, el ingeniero Juan Joya y su cuadrilla de operarios llegaron a las ocho de la mañana al colegio Alfonso Reyes Echandía para ultimar los detalles de la plantación de los 39 árboles y arbustos.

“Tres semanas antes, varios de los operarios se encargaron de abrir los huecos de un metro cúbico de profundidad y cubrirlos con tierra abonada. Esta actividad fue bastante dispendiosa debido a la gran cantidad de escombros que había”.

Durante una hora, organizaron los nuevos tesoros verdes de especies como guayacán de Manizales, endrino o arrayán del Cauca, laurel de cera, sietecueros peludo, abutilón, cayeno, árbol del té, chicalá amarillo, cerezo y árbol de hierro.

A las nueve de la mañana, los cerca de 40 estudiantes del curso 602 que hacen parte de la estrategia “Colegios para la adaptación climática”, acompañados por la docente de ciencias naturales Paola Jímenez, ya estaban listos para plantar los 10 primeros árboles y arbustos.

Viviana los organizó en forma de círculo en una de las canchas de baloncesto del patio ubicado en la parte trasera del colegio. “Hoy van a aplicar todos los conocimientos botánicos que han aprendido en los talleres y se van a convertir en guardianes del arbolado”.

Luego, Juan les informó el paso a paso de la plantación, como retirar con cuidado la bolsa que contiene el pan de tierra, aplicar un hidroretenedor en el hueco y cubrirlo con tierra abonada, pisar el plato, instalar un tutor de madera y hacer una corona con la tierra.

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Los nuevos guardianes se dividieron en varios grupos, cada uno liderado por un operario del Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis. Al terminar de plantar, apadrinaron los árboles y arbustos escribiendo sus nombres o frases de cuidado en el tutor.

Los estudiantes de bachillerato también llenaron una bitácora de seguimiento, documento donde anotaron la altura, diámetro del tronco, los colores de las hojas, la presencia de flores y otras observaciones.

“Este ejercicio lo van a realizar cada mes con el acompañamiento de los profesores. El objetivo de esta bitácora es que registren cómo se van desarrollando los individuos arbóreos y arbustivos que apadrinaron”, expresó Viviana.

A las 10:30 de la mañana, el turno fue para los niños de los cursos 301 y 303, pequeños que se convirtieron en ambientalistas en los talleres de la nueva estrategia técnica y pedagógica y quienes iban a reverdecer varias zonas verdes del otro patio del colegio.

En varios papeles de colores con formas de hojas, los estudiantes primero escribieron sus compromisos con el nuevo arbolado. “Me comprometo a cuidar este arbolito todos los días  como si fuera mi hermano”, escribió uno de los niños.

Mientras creaban sus mensajes, recibieron la visita de María Claudia García, directora del JBB; Germán Darío Álvarez, subdirector técnico operativo; Octavio Naranjo, coordinador de la Oficina de Arborización; y el rector William Chávez.

Álvarez tomó la palabra para dar inicio a la segunda jornada de plantación del día, de 29 nuevos árboles y arbustos. “Hoy es un día muy especial para todos: su colegio se va a renaturalizar y el Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis está celebrando el cumpleaños de su directora”.

Los niños, en medio de una algarabía llena de aplausos, le cantaron el cumpleaños. “El mejor regalo que voy a recibir hoy es plantar con ustedes, unos niños maravillosos y muy comprometidos con el cuidado de nuestras coberturas vegetales”.

Los guardianes ‘patojos’ del arbolado del colegio Alfonso Reyes Echandía demostraron todos sus conocimientos ambientales mientras Álvarez y la directora les explicaban cómo se debían plantar los árboles y arbustos

“En los talleres del Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis aprendimos que no se pueden plantar con bolsa y que es necesario aplicar una sustancia gelatinosa para que tengan agua. Estos árboles nos van a dar un mejor aire y además serán alimento para las aves y abejas”.

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La fiesta verde del tercer colegio distrital de la localidad de Bosa renaturalizado este año por el Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis, terminó con una fotografía de todos los participantes y varios compromisos que permitirán el desarrollo adecuado de los 39 nuevos individuos vegetales.

“Nuestra alianza con el Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis no termina con esta plantación. Con su asesoría, vamos a hacer los cerramientos de los nuevos árboles y arbustos que aumentaron el verde de nuestro colegio. Sus profesionales tienen las puertas abiertas para realizar cualquier actividad”, concluyó el rector.