¡Aquí sí pasa! En Bogotá, mi ciudad, mi Casa celebramos el talento de los bogotanos y bogotanas. Te contamos que la escritora, crítica literaria y profesora bogotana Alejandra Jaramillo Morales ha sido nombrada Miembro Correspondiente de la Academia Colombiana de la Lengua, un reconocimiento que destaca su trayectoria en el campo de la literatura, el pensamiento crítico y la defensa de una lengua viva e incluyente.
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Alejandra Jaramillo se une a un grupo de doce nuevos académicos, siete mujeres y cinco hombres, que fueron seleccionados entre 27 candidaturas para fortalecer la reflexión sobre el idioma, sus transformaciones y su uso en el contexto contemporáneo.
“Las academias de los diferentes países trabajan para incluir vocablos de sus regiones, para pensarse las formas del habla que va transformándose. Cuando me pidieron hacer mi promesa, dije que cuidaría la lengua, pero también para transformarla pues me parece que una lengua debe estar en permanente conversación con sus hablantes de cada época, con las necesidades de los seres humanos. Lo más importante es que nos sintamos incluidos e incluidas en la lengua. Es un trabajo pensarse cómo debemos aceptar y ampliar las formas de usar la lengua”, afirmó.
Este nombramiento también representa un hito en términos de representación y diversidad. Alejandra destaca la importancia de compartir este espacio con mujeres como Bárbara Muelas, experta en lenguas indígenas, y la poeta afrocolombiana Mary Grueso, lo que considera un reflejo de los cambios que vive la Academia, pues fue solo hasta 1978, 107 años después de su creación, que la institución admitió a la poeta y periodista Dora Castellanos, como la primera mujer como Miembro Correspondiente. Solo en las últimas décadas se ha abierto a una mirada más plural e incluyente.
“Es un orgullo para mí, pues no han sido muchas las mujeres que han llegado a lo largo de la historia -dice la catedrática-. Me halaga estar en un grupo de personas donde se asume una mirada más incluyente. Ser nombrada al lado de Bárbara Muelas, profesora de lenguas indígenas, y Mary Grueso, una poeta afro, refleja un momento distinto, muy importante y que responde a una necesidad”, mencionó al recibir el nombramiento.

Alejandra es filósofa de la Universidad de los Andes y doctora en literatura y cine latinoamericanos por la Universidad Tulane, de Estados Unidos. Ha sido reconocida tanto por su producción académica como por su obra literaria. Entre sus libros se encuentran Bogotá imaginada, La ciudad sitiada, Acaso la muerte, Magnolias para un infiel, El canto del manatí, y Las grietas, con el que ganó el Concurso Nacional de Novela y Cuento de la Cámara de Comercio de Medellín en 2017. Su más reciente obra, Luna de agua, es una novela juvenil inspirada en la primera sacerdotisa del culto a la Luna en la mitología muisca.

Además de su labor como escritora, Jaramillo es profesora de escritura creativa y actualmente se desempeña como directora nacional de Extensión, Innovación y Propiedad Intelectual de la Universidad Nacional. Su enfoque pedagógico, al igual que su obra, pone énfasis en respetar y valorar la diversidad en las formas de hablar, escribir y habitar el lenguaje. Así lo vive también en su vida personal: madre de dos jóvenes, Matías (músico) y Libertad (estudiante de ciencias políticas), ha observado cómo el lenguaje cambia y se reinventa en las nuevas generaciones.
Alejandra también ha explorado nuevas formas de narrar, como lo muestra su novela digital Mandala, una obra interactiva que permite múltiples rutas de lectura y que fue reconocida en el Congreso del Libro Digital de Barbastro, España. Esta apertura a la experimentación también la lleva a defender usos no tradicionales del lenguaje, como el uso del “todos, todas y todes”, que considera una forma legítima de ampliar la pertenencia lingüística.
“Una lengua no debe negar ni excluir —afirma—. El lenguaje debe estar al servicio de los seres humanos, no al revés”. Así, su ingreso a la Academia se da no solo como un reconocimiento personal, sino como un llamado a repensar colectivamente cómo queremos que evolucione el idioma en un país tan diverso como Colombia.
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Junto a Alejandra, completan el grupo de nombramientos como Miembros Correspondientes: Carmiña Navia, ganadora del premio Casa de las Américas 2004; la novelista y crítica literaria Cecilia Caicedo Jurado; la novelista, poeta, periodista y diplomática María Clara Ospina y Ángela Camargo Uribe, profesora de la Universidad Pedagógica Nacional, con doctorado Interinstitucional en Educación. Además, el fundador de la Feria Internacional del Libro de Bogotá y expresidente de la Cámara Colombiana del Libro, Jorge Valencia Jaramillo; el doctor en antropología Carlos Granés Maya, el crítico Álvaro Pineda Botero, el director teatral José Luis Gómez y Enrique Serrano López, escritor, ganador del Premio Juan Rulfo 1996.
Desde la sabana de Bogotá, territorio que habita y al que homenajea en sus texto, Alejandra Jaramillo se suma al diálogo profundo sobre la lengua como herramienta de memoria, identidad y transformación.
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