Valeria es un nombre de origen latino que viene de 'valerius' que significa 'sana', 'fuerte', 'vigorosa', 'la que es valerosa'.
Todo eso y más ha tenido que ser en su vida Valeria Arboleda, una joven de 19 años que ha honrado todos esos calificativos para no dejarse vencer por las tentaciones que abundan en las calles del barrio Las Cruces, en la zona suroriental del centro de Bogotá y para prosperar como una destacada boxeadora gracias a que en su camino se cruzó el Centro de Desarrollo Comunitario, CDC, Lourdes, que queda cerca de su casa en la localidad de Santa Fe.
Valeria llegó al CDC de la Secretaría Distrital de Integración Social hace cinco años porque una compañerita del colegio le contó que a la vuelta de la casa había un gimnasio.
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No le gustaron los deportes de conjunto
A los 14 años, por una vitalidad que le recorría las venas, ella ya se había probado en otras disciplinas. “Pues la verdad es que siempre he sido muy competitiva en los deportes. Practiqué fútbol, voleibol y en atletismo hice relevos. Siempre deportes en conjunto y no me gustó porque se depende de otras personas. La sensación de perder nunca me ha gustado, entonces el boxeo me atrajo mucho porque es un deporte individual y solo depende de mí si gano o pierdo”, dice con una frescura y suficiencia que hablan muy bien de su carácter ganador, como se ve en la siguiente foto:
Ese carácter y determinación de los que tienen alma de campeón los supo leer en Valeria, Orlando Ballén, el entrenador de boxeo del CDC Lourdes, quien desde hace unos años vio el potencial y la disciplina que caracteriza a las mujeres, por lo que les apostó a su formación. “Empezando son más juiciosas, muchas veces son más responsables que los hombres. Siempre están en su entrenamiento un poquito más dedicadas “, argumenta este bogotano que desde hace 17 años ha entrenado a más de 200 jóvenes que han llegado a pedir una oportunidad en el boxeo.
El CDC Lourdes le cambió la vida
“Lourdes me ha cambiado la vida y si no hubiese encontrado ese gimnasio tan cerca de mi casa y a pesar de que está escondido y es difícil verlo, yo creo que fue un mandato del universo pues me ha ayudado muchísimo. Ahí conocí el boxeo y ahí es donde empieza toda mi carrera”, agradece con generosidad, Valeria, quien aparece en la siguiente foto:
Tal ha sido el éxito del proceso de formación que adelanta el ‘profe’ Ballén con mujeres como Valeria que, en el reciente campeonato nacional de boxeo femenino en Chiriguaná Cesar, como se ve en la foto, cuatro de las siete pugilistas que representaron a Bogotá, nacieron en los tinglados del Centro de Desarrollo Comunitario.
Justamente allí en Chiriguaná, Valeria Arboleda dio el salto a la categoría mayores, obteniendo un nuevo título, el sexto, que confirma su destreza y potencia en el llamado deporte de las ‘narices chatas’, en el que se cansó de ganar todos los torneos juveniles distritales de los últimos años. Trofeos a los que les ha sumado los cinco títulos nacionales juveniles, el de campeona Supérate y una medalla de bronce en los Juegos Suramericanos de la Juventud.
A continuación un video de YouTube con nota de Valeria Arboleda
Nunca la han noqueado
Este año le agregó a su palmarés la participación en el Campeonato Mundial Juvenil en Kielce, Polonia, en los 57 kilogramos, una categoría en la que como es natural ha sufrido derrotas, pero en la que nunca la han noqueado.
Unos logros que no imaginó tener en su corta vida, marcada por las necesidades y las carencias que han hecho mella en su numerosa familia de seis hermanos y que casi dan al traste con su promisoria carrera deportiva, pues se retiró un tiempo del boxeo, pero un llamado de esa vocación que le corría por la sangre, la devolvió a los rudos entrenamientos que cumple rigurosamente desde que se puso los guantes. “Mi entrenador Ballén me escribió por Messenger y me dijo que tenía talento, que volviera y desde ahí no he parado”, es como recuerda Valeria ese momento crítico.
Valeria practica la meditación
Con una exigente preparación, atada a una férrea disciplina, esta boxeadora de madre tolimense y padre bonaverense, se define como una pegadora muy completa que se destaca por su rapidez y una mentalidad imbatible, la misma que en los últimos meses ha fortalecido con la práctica de la meditación, de la que recibió una que otra clase en el colegio del que se graduó como bachiller, pero que volvió a recordar en el campeonato nacional en Pasto.
Aquí Valeria en una cancha de boxeo.
“Es algo nuevo en mi vida, la verdad sí, pero desde que empecé a meditar es genial porque cuando uno es boxeador se vuelve muy rígido, está tensionado todo el tiempo, y desde que empecé a meditar me he sentido un poquito más sueltica, más libre, más relajada. La recomiendo 100%”.
Trabaja como auxiliar de parques del lDRD
En su relación con el Distrito, Valeria no solo se ha beneficiado del boxeo, también consiguió un empleo en el Instituto Distrital de Recreación y Deporte, IDRD, donde cumple la función de auxiliar de parques, lo que le ha generado una mayor estabilidad económica para concentrarse en sus metas. En lo deportivo, quiere ser campeona olímpica y superar la medalla de bronce conseguida en Río 2016 por Ingrit Valencia a quien admira.
Otra meta, en el corto o mediano plazo para esta bogotana, mala bailarina a pesar de sus raíces en el Pacífico, es estudiar una licenciatura en idiomas.
Por ahora, en sus escasos ratos libres se dedica a dibujar, en especial mandalas; o a las artesanías con materiales reciclables, su otra gran pasión. Siempre soñando con un mejor futuro, gracias a que una vez caminando por ahí en su barrio, Las Cruces, se topó con el Centro de Desarrollo Comunitario, CDC, Lourdes, que la alejó de la calle y definitivamente le cambió la vida.