Bajo el lema ¡Caminar, Pervivir y Resistir! mujeres y familias de 16 pueblos indígenas que viven en Bogotá recorrieron la carrera Séptima, desde el Planetario Distrital hasta la Plaza de Bolívar, en una jornada llena de color y música, como antesala al Día Internacional de la Mujer Indígena que se celebra este 5 de septiembre.
Mientras Ana Milena acude al arte de narrar y a la representación con sus manos y pies de una escena en la que el Tío Ñeke se lleva rápidamente las mazorcas cultivadas, un grupo de niñas y niños indígenas del jardín Semillas Ambiká- Pijao en la Casa de Pensamiento de Usme fijan su atención en esta fábula en la que el conejo personifica la vivacidad, el pensamiento en doble sentido, la inteligencia y la malicia indígena.
Pareciera que, con sus movimientos, Ana Milena estuviera luchando por rescatar la tradición oral y la subsistencia cultural, uno de los retos que enfrenta la mujer indígena en sus comunidades, como portadoras de las herencias de saberes, conocimientos, prácticas y experiencias de sus pueblos, además de consolidar la paz y su gran conocimiento en prácticas medioambientales sostenibles.
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A continuación, el tuit de la Secretaría de Integración Social sobre el Día Internacional de la Mujer Indígena.
En el Día Internacional de la Mujer Indígena, acompañamos a las mujeres y a las familias de 10 pueblos indígenas, residentes en Bogotá en el recorrido por la carrera séptima.#MujeresIndígenaspic.twitter.com/AofJsZCBRd
— Secretaría Distrital de Integración Social (@integracionbta) September 4, 2022
Territorios Narrados
En su diario vivir, se apoyan en la escritura de los dieciocho libros de la colección Territorios Narrados, en los que docentes y comunidades cuentan sus historias de origen, espiritualidad, costumbres, consejos y vivencias cotidianas que permiten valorar su patrimonio cultural y lingüístico.
En este espacio intercultural, cinco profesoras indígenas, entre ellas la coordinadora Ana Milena Loaiza Otavo, son las encargadas de practicar pedagogías que promueven la tradición oral como elemento que contribuye al aprendizaje de la lectura y de la escritura, y fundamentan estrategias enfocadas en los modos narrativos de la propia cultura.
“Dicen que Indígenas ya no hay; pero hoy les habla una de ellas; legado de muchas generaciones, e Hijas de IMA (Tierra), TA (Sol) y TAIBA (Luna); Las fuertes y trabajadoras; Las mujeres indígenas Pijao. Hoy no solo están en su TOL- IMA; si no en muchas partes de Colombia y del mundo, donde siempre en su corazón hay semillas de pervivencia y resistencia para no olvidar el origen, no olvidar de dónde venimos y de lo que estamos hechas”, expresa la coordinadora del jardín, en medio sus pequeños espectadores que lucen coloridas y diminutas vestimentas para su próximo baile de ‘La jurrusca’.
Y añade: “Las futuras generación son el resultado de esta semilla germinada en la mujer indígena Pijao; de ellas nacieron y han nacido muchos hombres líderes y guerreros de la vida; de los saberes y de los conocimientos para aportarle a los demás un futuro venidero más armonioso entre lo que se ve y no se ve”.
Un reconocimiento a la labor de la mujer indígena
Ana Milena es una de las mujeres indígenas a las que cada 5 de septiembre el mundo les rinde un homenaje en el Día Internacional de la Mujer Indígena, una fecha en la que se exalta el liderazgo, la forma cómo cultivan el relato como una forma de enseñar y de aprender desde el mismo territorio, su riqueza de conocimientos de la medicina ancestral y sus saberes gastronómicos, entre muchos otros.
En Bogotá, centenares de mujeres y sus familias se dieron cita el domingo 4 de septiembre en el Planetario Distrital para iniciar un recorrido multicolor por la carrera séptima hasta la Plaza de Bolívar, como antesala a esta conmemoración global que enaltece la lucha de la mujer indígena en la agenda pública para lograr la igualdad de género, el respeto por los derechos humanos de los pueblos indígenas y el desarrollo sostenible.
Son casi 11 años en que Ana Milena de la etnia Pijao, quien comparte su vida con sus dos hijos y una hermana con discapacidad, viene entregado a niños y niñas de la Casa de Pensamiento Intercultural Semillas Ambiká- Pijao todos sus conocimientos, recreando los elementos que conforman la cultura de su comunidad y el relato como una forma de enseñar y de aprender.
Para ella, el diálogo con el otro es posible y la pedagogía se puede ver desde el origen de lo que somos, desde el volver a la costumbre, a la relación con la naturaleza, con el cosmos y los demás los seres.
Considera que el estar al frente de la Casa de Pensamiento Intercultural es una misión de vida, “como cuando nos toca sembrar la semillas; hay que entregar todo del ser para un propósito” y concluye que su principal anhelo es el de ver a las generaciones siguiendo los pasos, y que caminen más de donde viene, es decir, que den el mismo valor a su lengua que o los demás idiomas.
Balance del trabajo de Integración Social
Es así como, a través de las 11 casas de pensamiento intercultural a cargo de la Secretaría Distrital de Integración Social, 93 mujeres indígenas en Bogotá ejercen el rol de cuidado y pervivencia desde sus prácticas culturales propias. En estos espacios se garantiza el derecho a la educación, nutrición, cuidado calificado, asegurando la preservación y fortalecimiento de la cultura indígena de los pueblos que hacen presencia en la ciudad.
En su diseño, prevalecen lugares y objetos propios de los pueblos indígenas tales como chagras (áreas de cultivo), salas de pensamiento y dotaciones tradicionales, tales como las hamacas, vasijas de barro, canastas, hornos, cultivos, instrumentos musicales, elementos que permiten que los niños y niñas se relacionen con el mundo desde los usos y costumbres de su pueblo.
Entre el primero de enero hasta el 31 de julio de 2022, la Secretaría Distrital de Integración atendió a 3.991 mujeres con pertinencia étnica indígena en los diferentes servicios sociales de Canasta Básicas de Alimentos, Enlace Social, Bonos Bogotá te Nutre y Casa de Pensamiento Intercultural.