Claudia Milena Upegui es madre de una adolescente y servidora de la Subdirección Local de las localidades de Santa Fe y La Candelaria de la Secretaría de Integración Social. En medio del cumplimiento de sus labores administrativas, desde el área de contratación, no podía dejar de pensar en las múltiples historias de cada ciudadano y ciudadana en situación de vulnerabilidad.
De boca de ellos ha escuchado duros testimonios: algunos llegaron a Bogotá en contra de la propia voluntad, o sufrieron el abandono de la familia, o huyeron de las amenazas y el maltrato, o vivieron las consecuencias de sus malas decisiones y anhelan recuperarse.
Aún, conociendo sobre la oferta de proyectos y servicios que la entidad presenta, pensaba en la cómo ofrecer una 'ayuda extra'.
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“Veía a la gente que solicitaba los servicios de Integración Social sin sacos y sin zapatos. Vi a muchos faltos de ropa, entre ellos migrantes venezolanos y muchos niños. Obtuve la autorización de la subdirección local y empecé a dialogar con los referentes (responsables de los servicios sociales), recomendándoles ese tipo de casos. Se creó un espacio y gracias a otros funcionarios y a la gente que ha visto la necesidad, me empezaron a traer ropa nueva y usada, en buen estado y esto ha sido de gran ayuda para ellos”, comentó Milena, al referirse a la creación de ‘La Boutique’.
Todavía recuerda el primer caso que tuvo la oportunidad de gestionar, el que inspiró 'La Boutique', El resultado fue la donación de una silla de ruedas, elementos de aseo, útiles escolares y ropa para una mujer con el síndrome de 'Guillain-Barré', madre de una menor de edad, quien venía a reclamar un bono canjeable por alimentos del proyecto ‘Bogotá te nutre’.
Sobre el nombre de este emprendimiento social, Milena explica: “le puse ‘Boutique al día’, porque suena bonito y glamuroso y para darle sentido a lo que hacemos, pues es una labor diaria. Casi todos los días reciben ayuda entre tres y cuatro personas, y a veces familias enteras”.
Finalmente, Claudia Milena resalta el impacto que ha tenido esta idea en su vida y en la de sus compañeros y compañeras de trabajo.
“Es una cosa que creció a tal punto, que en oportunidades hemos surtido con ropa las campañas que realizan en el sector, con habitantes de calle, los 'Ángeles Azules'. La gente se ha sensibilizado mucho, hay funcionarios que no sólo traen lo usado, también traen cosas nuevas y no sólo ropa, también aportan utensilios de cocina, sábanas y cobijas.
"Además, se ha generado la conciencia de lo que a mí no me sirve, a ti sí te sirve. En Bogotá hay gente que necesita lo más mínimo”, concluyó esta funcionaria destacada.