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Amor tóxico en el Bronx de Bogotá (primera parte)
* Este texto contiene lenguaje explícito, si eres menor de edad, te recomendamos leerlo en compañía de tus papás o algún adulto de confianza.
Ella es hermosa: cabello negro, rizos espectaculares y ojos cafés. Es un rostro angelical, casi que esculpido por el mejor de los artistas. Además, posee una figura escultural, con caderas bien contorneadas al punto que su cuerpo se podría comparar con la forma de una guitarra, ya que va bien con las notas de tan excelsa belleza.
Se llama Eliana y es oriunda del Valle. Es deseada y soñada por todos los hombres a su alrededor: por donde pasa todos la admiran.
A Eliana le gusta la vida agitada, el trago y las drogas. Ella ejerce la profesión más antigua del mundo: la prostitución. Habita en el sector más álgido de Bogotá, el Santa Fe, sector donde la ciudad se mantiene en movimiento los 365 días del año. Es justo allí donde nuestra chica es admirada y respetada. ¿El motivo? es la mujer de un 'taquillero', es decir de un distribuidor de drogas del sector.
Ahora, pasado el tiempo, Eliana se separa de este 'taquillero' y empieza a frecuentar otra casa de consumo del Santa Fe, este sitio se llamaba JR y está ubicado en la carrera 10 con calle 22. Por cierto, para los que habitan este lugar esa es una casa de consumo muy conocida, frecuentada por los bandidos y personajes de la delincuencia del centro de Bogotá.
Justo en JR labora un hombre apuesto, de ojos claros y 175 centímetros de estatura. Es paisa, buena gente y conocido en el bajo mundo como Mauricio o Mao. Para muchas personas de este sector Mao es el mejor de los taquilleros que ha conocido el centro de la ciudad. ¿El motivo? no menosprecia a nadie: es amado por unos, respetado por otros y odiado por quizás pocas personas del gremio delincuencial. Un detalle más: en este mundo es muy difícil que una persona despierte tanto afecto como lo hace Mauricio. En este sector la regla es la hostilidad y la violencia ya que si pueden, y tú no eres fuerte, te comen vivo.
Eliana entra a JR con mucha frecuencia y más cuando Mauricio está de turno: miradas van y vienen. En ese momento Eliana es una cliente más, pues su objetivo en JR es comprar su dosis de 'cripi' y luego salir de aquel sitio al instante. Aunque JR también es un sitio de consumo (en el argot de la zona 'olla') de cuatro pisos, ella no consume allí. Ese sitio es lúgubre y tenebroso y en su ultimo piso está la llamado sala de tortura: el sitio donde llevan a la gente que no paga sus deudas y que muy pocas veces logran salir vivos de allí. Es decir son pasados a la ducha (entenderán qué quiero decir).
Entre visitas inesperadas y miradas cruzadas da inicio un gran romance, un AMOR TÓXICO, ya que él por su labor y ella por su profesión no son la pareja perfecta, pero pese a tantas diferencias y contrariedades ambos se aceptan tal cual, conociendo el oficio del otro.
Al principio esta relación es solo atracción sexual, ambos tienen miedo al amor, a sentir, al preocuparse, al estar pendiente de enamorarse: cuando se ama se siente la necesidad de tener siempre a aquella persona a su lado.
Pero los días pasan y la relación avanza. Frente al gremio delincuencial son la pareja perfecta, pues gozan de gran prestigio en el sector: ella reconocida por su belleza y él por tener poder en esta zona donde todo es al revés. Así se empiezan a enamorar de una manera que ni ellos mismos alcanzan a imaginar. Crecen juntos y se les ve muy felices, aunque para él es difícil aceptar la profesión de su pareja... esto al final tendría consecuencias.
Como toda relación inicia color de rosas, pero tanto él como ella tienen su pasado y, vaya, ¡qué pasado! Pues ella tiene ciertos clientes especiales que la recogen y la consienten y Mauricio, al pasar el tiempo, no es capaz de asimilar esta situación, pues Eliana ya no es solo una atracción sexual: es lo más importante de su vida y en esta profesión y en este gremio existe una regla general que dice así: EL QUE SE ENAMORA PIERDE y esto le acaba de pasar a Mauricio.
Él le insiste varias veces a ella que deje de ejercer su profesión, ya que él está en la capacidad de solventar sus necesidades de ella. Lo que no entiende es que Eliana es una potra salvaje acostumbrada a ser única e independiente, a no ser propiedad de nadie. Ella se ha vuelto su obsesión, su razón de vivir. Así llegan los reclamos de parte y parte, las discusiones, los celos y, más aún, cuando empiezan a llegar a oídos de Mauricio ciertos rumores que no lo dejan dormir. ¿Qué rumores? ¿Qué sorpresas son las que tiene el pasado de Eliana? ¿Qué tan ciertos son estos comentarios que rumoraban, pero que nadie se atreve a mencionarle a Mauricio por temor a sus represalias?
Esperen la segunda parte...
TUS
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