La Alcaldesa Mayor de Bogotá, Claudia López, se reunió el pasado 1 de noviembre con el consultor del Banco Mundial Salvador Rueda, para conversar sobre el programa de Barrios Vitales y explorar la posibilidad ampliar los apoyos de esta organización para potenciar el proyecto.
Rueda estuvo durante una semana con acompañamiento de la Secretaría de Movilidad conociendo el Barrio Vital San Felipe, el primero de los barrios vitales lanzados y entregados a la comunidad desde una labor conjunta de trabajo intersectorial para la formación y fomentación de negocios y servicios en la zona.
Durante la reunión, la alcaldesa expuso los beneficios del programa de Barrios Vitales para asegurar el bienestar de la ciudadanía y también del medio ambiente, al establecer espacios accesibles para llegar caminando o en bicicleta y así promover métodos de movilidad más sostenibles.
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El programa de los Barrios Vitales responde al concepto de Ciudad de Proximidad con el cual se pretende establecer y facilitar espacios para el acceso a todo tipo de servicios desde una perspectiva de desarrollo sostenible.
La alcaldesa, además, reiteró que los Barrios Vitales son un ejemplo claro de los logros que está consiguiendo Bogotá. “Mediante estos proyectos estamos cumpliendo el compromiso que tenemos con la ciudadanía, estamos creando más zonas transitables, más empleos y más espacios verdes”, afirmó.
A continuación, un trino de la alcaldesa Claudia López anunciando el encuentro con los representantes del Banco Mundial:
Tuvimos un diálogo fructífero con representantes del @BancoMundial y su gran consultor y experto urbanista ecológico, Salvador Rueda, sobre el concepto de supermanzanas para implementarlo en Bogotá, ya existen en Barcelona, Berlín, New York, Vancouver, B. Aires y entre otras. pic.twitter.com/nyPTmXu6G9
— Claudia López Hernández (@ClaudiaLopez) November 2, 2022
En el caso del Barrio Vital San Felipe, se ha transformado el espacio que estaba dedicado a la circulación de vehículos, a través de intervenciones de urbanismo táctico y de infraestructura, que reorganizan el espacio público permitiendo que haya zonas dedicadas a peatones, circulación vehicular, zonas de estacionamiento y zonas de carga y descarga, entre otros.
Por su parte, el representante Rueda del Banco Mundial se mostró interesado en el proyecto y resaltó la importancia de establecer espacios adecuados a partir de la implementación de la intersectorialidad, sobre todo en una ciudad como Bogotá que, según el experto, cuenta con la aptitud y capacidad para hacer esos cambios reales.
“Lo que he visto en Bogotá es que tienen todo el potencial para no solo cumplir con los objetivos de proximidad en la ciudad, también para llevar a cabo un desarrollo urbano humanista que se preocupa por las personas. Todo esto mediante una estrategia tan impresionante como las Manzanas del Cuidado”, aseguró Rueda.
Finalmente, se ratificó el compromiso del Banco Mundial con el programa de Barrios Vitales y se exploró la posibilidad de colaborar en el futuro en proyectos de desarrollo urbano sostenible que, de la misma forma, se puedan identificar como acciones definitivas por el cuidado de las personas y el planeta.