Detrás del alcalde: un domingo en la oficina

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20•Abr•2024

El domingo, cuando muchos bogotanos ya tenían planes en su día de descanso, el alcalde Enrique Peñalosa ya tenía decidido que el suyo sería "en la oficina". Esta vez, la oficina se instalaría en la localidad Ciudad Bolívar y los pasillos del Palacio de Liévano se transformarían en las calles de los barrios La Cumbrecita, Caracolí y Santo Domingo.

En las calles de Ciudad Bolívar Enrique Peñalosa atendió a la comunidad y escuchó sus necesidades - Foto: Alcaldía de Bogotá.

Ciudad Bolívar es una parte de la ciudad de la que muchos hablan pero pocos conocen, una en la que predomina la clase trabajadora, una en la que en medio de tantas necesidades ondea con orgullo una bandera de Colombia todos los días.

Una bandera de Colombia se alza entre los techos de las humildes viviendas - Foto: Alcaldía de Bogotá.

La primera parada fue el Colegio El Tesoro de la Cumbre.  Al llegar, el alcalde Enrique Peñalosa recibió el saludo amable de los vecinos. Doña Rosa, una vendedora de arepas, le dijo, con una sonrisa en su rostro: “Buenas, Alcalde, bienvenido a Ciudad Bolívar”. 

Feria de servicios en colegio El Tesoro de la Cumbre, Ciudad Bolívar - Foto: Portal web.

El recorrido comenzó con la compañía de varias familias que buscaban una solución a sus problemas.

Mientras el Alcalde escuchaba amablemente a los asistentes y preguntaba a los diferentes funcionarios cuál era el balance hasta el momento, por uno de los pasillos se oyó “Gracias, Alcalde”. Era la voz de Cleidy Arteaga, una ciudadana venezolana de 31 años que llegó a Bogotá hace siete meses con sus tres hijas buscando un mejor futuro.   

Cleidy Arteaga es venezolana y agradece la ayuda del Distrito para ella y sus hijas - Foto: Alcaldía de Bogotá.

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Desde la Secretaría Distrital de Integración Social aseguran que el Centro de Atención al Migrante (CIAM), ha atendido aproximadamente 4.360 migrantes de nacionalidad venezolana desde su creación a finales de 2018. Igualmente estiman que en total son 269.558 venezolanos los que han llegado a Bogotá como consecuencia de la situación en su país.

Rumbo al Parque Caracolí

Después de agradecer el esfuerzo de todas las entidades que presentes y dispuestas para atender a las más de 2.000 personas que acudieron a la feria de servicios, era el momento de ir a visitar el que desde ya se anuncia como el parque más grande que tendrá Bogotá, el Parque Caracolí.

Tras un corto recorrido en auto llegamos a una zona en construcción rodeada por una polisombra verde. Se podían ver las máquinas, que en pleno día domingo estaban trabajando, al igual que el alcalde. Ni bien se detuvo la camioneta, del puesto del copiloto salió Enrique Peñalosa y sin perder ni un minuto se dirigió a las oficinas de los responsables de la obra del que será el parque más grande que tendrá Bogotá.

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¿Cómo será el parque Caracolí? Serán 150 hectáreas en las que los habitantes de la zona podrán disfrutar de juegos infantiles, canchas deportivas y zonas verdes. Además, el proyecto incluye la construcción de viviendas para dar solución a quienes viven en zonas de alto riesgo.  Donde antes había construcciones deterioradas y zonas verdes que se prestaban para depósito de basuras, muy pronto habrán espacios llenos de vida. 

Mientras tanto, no fue difícil encontrar en los alrededores de la obra una puerta abierta desde donde una cara sonriente se asomaba para ver por qué tanto alboroto. Se trataba de Yurani Walteros, una costurera satélite, que a sus 31 años ya es madre de dos hijos y sueña con tener algún día su propio taller de confección.

Yurani es vecina del parque Caracolí y ahora espera que sus hijos tengan un lugar seguro para jugar mientras ella trabaja - Foto: Alcaldía de Bogotá.

La encontramos, al igual que el alcalde y los obreros de la obra, trabajando el día domingo. Con el afán propio de quien recibe visitas en su casa, comenzó a ordenar rápidamente mientras aseguraba que “esa obra es el beneficio más grande que nos pueden dar a los vecinos de este sector, porque además de un lugar para recreación de los niños también nos traerá mejoras en servicios públicos y de seguridad”, dijo Walteros.

Ya pasaba el medio día, pero aún quedaba más por hacer. Tras un recorrido dentro de las instalaciones en obra y dialogar con obreros y vecinos, el alcalde Enrique Peñalosa marcó el parque Santo Domingo como el próximo destino.

Por último, visita a un viejo conocido

Su relación con este parque es especial ya que fue construido en su primera administración 1998-2001. Y recién, dos décadas después es que se le va a hacer mantenimiento y remodelación por solicitud de la comunidad. Cuenta aún con las mismas instalaciones recreativas y deportivas que en ese entonces se pusieron al servicio de la comunidad, por supuesto, hay que cambiarlas.

Con los planos en la mano, el alcalde mayor de los bogotanos comenzó a recorrer la zona y hablando con los habitantes que se le acercaban entendió que la urgencia de intervenir el parque Santo Domingo no da espera.

El parque, un semillero de futbolistas y formador de ciudadanos

Para Javier Córdoba, el domingo también es un día en la oficina. Él es fundador de Club Deportivo Speed Futsal, “una organización sin ánimo de lucro que desde hace 3 años busca a través del deporte evitar que los niños y jóvenes de la zona caigan en las drogas y la delincuencia”, como él mismo la define. 

El punto de encuentro entre él y sus jóvenes pupilos es el parque Santo Domingo, por eso es que al ver al alcalde no dudo en acercarse a él y exponerle sus requerimientos frente a la remodelación.   

Javier destaca la importancia que tiene el parque Santo Domingo para mantener libres de drogas a los jóvenes del sector - Foto: Alcaldía de Bogotá.

Si alguien sabe lo que necesita este parque, es Javier y así lo entendió Enrique Peñalosa. Por eso cuando el joven entrenador se acercó al alcalde, tras una breve presentación, de inmediato comenzaron a recorrer juntos el parque. Mientras tomaban atenta nota de los detalles a incluir en la remodelación, planeaban juntos un escenario ideal para la práctica del fútbol de salón, rodeado de juegos infantiles y espacios en los que los habitantes del barrio podrán muy pronto compartir un domingo en familia.