Aseo, iluminación, reubicación de ventas formales, mantenimiento y embellecimiento de la infraestructura, refuerzo del esquema de seguridad, coordinación con la Empresa Metro y con el IDU para mitigar los impactos de las obras en nuestra operación, estructuración de procesos para vincular flota nueva al Sistema, potenciar los buenos comportamientos en el Sistema, mejorar nuestra cultura de servicio y en general recuperar el sentido de pertenencia por este sistema de transporte que es de todos y que mueve a cerca de la tercera parte de los bogotanos todos los días.
Aunque muchas veces no es un trabajo agradecido, nos sentimos orgullosos y felices con el avance del año pasado.
Sin duda, fue un desafío constante. Las ganas locas de recuperar el brillo del Sistema se estrellaron todos los días con muchas adversidades: el atraso en las obras, el daño profundo de la infraestructura en algunas troncales, el atraso del sistema de información al usuario, el letargo en la cultura organizacional, la deteriorada cultura ciudadana, el fondo de estabilización tarifaria, las contingencias legales, los múltiples frentes de obra en la ciudad que afectan la operación, la vejez de parte de la flota, el estado de la malla vial en los carriles exclusivos, las protestas y bloqueos, entre otras.
Nunca faltó el compromiso, el foco y la conciencia de que los resultados como queremos no se verán de un día para otro, por lo que aunque parezcan a veces menores frente a las expectativas, nuestros logros fueron loables. Sabemos que ofrecerles a nuestros usuarios el servicio que queremos nos tomará más tiempo, pero debemos primero superar esta etapa de transición y solo procurar por la mejora en todo.
Hablo en plural porque parte del éxito es contar con un equipo directivo apasionado y con muchas ganas de transformar la ciudad para beneficio de la gente y de nuestros propios hijos que podrán disfrutar de un mejor sistema de transporte público en el futuro.
En resumen, a pesar de las múltiples contingencias que afectan nuestra operación día a día, el número de usuarios que pagó su tiquete en el Sistema creció, la evasión en el componente troncal bajó, los delitos bajaron, la percepción pareciera mejorar, los funcionarios están recuperando las ganas de trabajar por la ciudad, toda la operación se dio ininterrumpida, logramos avanzar en el plan de acción de género, se redujeron de manera importante las contingencias judiciales de la entidad, la primera línea del metro avanzó, las nuevas troncales se están desatrasando, abrimos una licitación de compra de flota articulada, lanzamos una nueva tarjeta para los usuarios más frecuentes y el sistema ha recuperado su brillo y color.
Por otro lado, el trabajo en equipo con otras entidades distritales ha sido fabuloso, TRANSMILENIO S.A. ha recuperado su lugar en la ciudad y seguirá posicionándose con la relevancia que tiene como gestor de desarrollo económico y cultural, acompañando las diferentes iniciativas de otros sectores para reducir la pobreza e incrementar la accesibilidad a servicios, trabajo, estudio, entretenimiento y cultura. Firmamos alianzas claves con la Secretaría de Educación (Atenea), de Integración Social, de Cultura, General (Alta Consejería De Paz, Víctimas Y Reconciliación) y trabajamos hombro a hombro con las demás, especialmente con las entidades del Sector Movilidad, la Secretaría de Seguridad y la Secretaría de Gobierno.
No es fácil la tarea que nos puso el Alcalde Carlos Fernando Galán y que queremos hacer para recuperar el amor de nuestros usuarios, por eso en 2025 la seguiremos dando toda para que en Bogotá el sistema de transporte público, que en el futuro cercano también tendrá líneas de metro, sea seguro, amable, confiable y eficiente. Seguiremos en obra y con muchos desafíos, pero cada aporte que hagamos será parte del cambio para lograr nuestros objetivos.
También, desempeñaremos con más ahínco la nueva tarea de ser operadores urbanos con el propósito de llevar el desarrollo de la ciudad de la mano del transporte público para tener una urbe más sostenible.
En lo personal, sigo convencida de que el tiempo que le resto a mi familia, a mis amigos y especialmente a mi bebé de un año y a mi hija de cuatro años, vale la pena para que todos tengamos un mejor futuro y mayor calidad de vida. Además, quisiera que mi experiencia sirva de ejemplo para que más mujeres sean líderes en el sector transporte.
