En el corazón de ‘Bogotá, mi Ciudad, mi Casa’, un equipo de mujeres se enfrenta diariamente a los conflictos con palabra y empatía. Son las gestoras de diálogo social, lideresas que recorren calles, barrios y localidades para ser puentes entre comunidades, ciudadanía y autoridades. Su labor, muchas veces invisible, cobra especial relevancia en el marco del Día Internacional de los Derechos de las Mujeres, una fecha que nos invita a reconocer su entrega y compromiso con la transformación social.
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Un trabajo de resistencia y vocación
El diálogo social en Bogotá no es tarea fácil. La ciudad, con su diversidad y contrastes, es escenario de múltiples tensiones: manifestaciones, conflictos vecinales, problemáticas de seguridad y disputas por el espacio público. En este contexto, las gestoras de diálogo social se convierten en mediadoras clave, utilizando su capacidad de escucha y conocimiento del territorio para evitar confrontaciones y generar soluciones concertadas.
Luz Stella Amaya, lideresa del equipo de gestoras y gestores del Distrito Capital, relata su experiencia en las localidades: "Cuando llegamos a una comunidad, muchas veces la gente no confía en las instituciones. Nuestra labor es abrir esos canales de comunicación, hacer que las personas se sientan escuchadas y que sus necesidades sean atendidas". Como ella, decenas de mujeres asumen este reto con un profundo sentido de responsabilidad y pertenencia, a menudo poniendo en riesgo su propia seguridad para garantizar la convivencia en la ciudad.
Mujeres al frente del cambio
El equipo de gestores de diálogo social en Bogotá está conformado principalmente por mujeres. Su presencia en estos escenarios de conflicto no es casual: la sensibilidad, la resiliencia y la capacidad de tejer redes de apoyo han convertido a las mujeres en agentes fundamentales de la transformación social. Para ellas, cada intervención es una oportunidad para sembrar paz en medio de la incertidumbre.
Luz Stella, quien lleva más de 12 años liderando equipos de diálogo y convivencia, destaca la importancia de este rol en la lucha por la equidad de género: "Ser mujer y estar en la calle mediando en conflictos no es fácil. Muchas veces nos enfrentamos a estereotipos y a dinámicas de violencia que buscan deslegitimarnos. Pero nuestra convicción es más fuerte: sabemos que el diálogo es el camino para construir una sociedad más justa".
Reconocer y fortalecer su labor
En el marco del Día Internacional de los Derechos de las Mujeres, es fundamental visibilizar el trabajo de estas gestoras y brindarles herramientas para su fortalecimiento. La capacitación constante, la garantía de condiciones de seguridad y el reconocimiento institucional son esenciales para que puedan seguir desempeñando su labor con éxito.
El compromiso de Bogotá con la construcción de paz y convivencia debe reflejarse en el respaldo a estas mujeres que, con su voz y su presencia, transforman realidades. En cada intervención, en cada conversación, en cada conflicto resuelto, las gestoras de diálogo social demuestran que la verdadera fuerza está en la palabra, y que la ciudad se construye desde el respeto y la empatía.
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En este 8 de marzo, su trabajo merece más que un homenaje: requiere un compromiso decidido de la sociedad para reconocerlas, apoyarlas y aprender de su ejemplo.
